Por: Gerardo Ruiz / @GerardoRuizInc
Lo que se suponía sería el gran envión de Morena para la temporada electoral en la ciudad de Puebla, se está convirtiendo en el acabose del partido lopezobradorista, al que le urgía que las jornada de vacunación en la Angelópolis funcionara como reloj suizo para rescatar a Claudia Rivera tras su desastroso paso por el Ayuntamiento capitalino.
Para nadie era un secreto que la vacuna contra el Covid-19 sería utilizada por el Movimiento Regeneración Nacional como la estrella electoral que afianzaría al partido, junto con el buen posicionamiento con el que aún goza el presidente Andrés Manuel López Obrador, en su camino para retener su mayoría en la Cámara de Diputados, ganar al menos 10 de las 15 gubernaturas en juego, así como las principales alcaldías, entre ellas las de Puebla, que se renovarán durante el primer domingo de junio.
La desmoralizada oposición a nivel nacional, desde hace semanas, ya encontró en la vacunación que controla el gobierno federal y que se está llevando a marchas forzadas en todo el país su pretexto perfecto para justificar la derrota en los comicios que renovarán las 500 curules de la Cámara baja.
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Su falta de argumentos y su inexistente estrategia para mermar la aprobación positiva con la que a la fecha cuenta López Obrador, han llevado a los líderes del PRIANRD y a los caballeros de la iniciativa privada a criticar el uso electoral que se le está dando a las jornadas de vacunación a cargo de las controversiales “Brigadas Correcaminos”, que están, sin duda, estrechamente ligadas a Morena.
Sin embargo, existen casos como el de Puebla que ni la vacunación ha logrado rescatar al Movimiento Regeneración Nacional y a sus despreciados representantes como Rivera Vivanco, otrora alcaldesa de la Angelópolis, quien por segunda ocasión consecutiva irá a las boletas de la capital para buscar reelegirse a pesar del repudio que la mayoría de los electores ha manifestado en contra de la abanderada del partido lopezobradorista.
Y es que, la falta de capacidad, la inexistente cultura del trabajo ni el esfuerzo y la nula empatía por el pueblo de Rodrigo Abdala, el triste superdelegado de la federación en Puebla, ha provocado que la vacunación en la ciudad de Puebla y en la zona metropolitana sea un verdadero caos que le pasará una factura muy cara a Morena en las elecciones intermedias que se llevarán a cabo en poco más de dos meses.
Abdala Dartigues, quien es apadrinado por Manuel Bartlett, es un mirrey que decidió incursionar en la política y en la administración pública por el ocio de ser un bueno para nada y jamás haber trabajado bajo presión o ser evaluado por sus resultados y no por sus “palancas”.
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Esta no será la primera vez que el ahijado de Bartlett le cueste una elección a Morena, pues en la ignominiosa elección estatal del 2018, Rodrigo Abdala, a la sazón representante de Morena ante el INE, fue el responsable de que Miguel Barbosa, excandidato al gobierno del estado por el partido lopezobradorista, no tuviera una defensa legal sólida al jamás completar en su totalidad las actas de cómputo de las casillas con las que Morena demostraría de manera irrefutable el fraude, que al final se comprobó, orquestaron los Moreno Valle en dichos comicios.
Cuentas los enterados que Abdala tardó semanas en entregar las actas al war room del hoy gobernador de Puebla y no tardaron ni tres días en corroborar que el hijo putativo de Manuel Bartlett se vendió con el siniestro Rafael Moreno Valle para simular un apoyo al entonces candidato de Morena que jamás llegó.
El superdelegado tuvo meses para planear el esquema y la logística para llevar jornadas de vacunación ordenadas y eficaces, pero decidió improvisar y dejar que todo se saliera de control y el escándalo del caos estallara en redes sociales.
El representante del gobierno federal, a pesar de contar con esquemas exitoso como los de Toluca, Chihuahua y hasta en diferentes ciudades de Estados Unidos, que aplicaban la vacuna desde los automóviles sin necesidad de las concentraciones y tumultos caóticos, optó por exhibir sus limitaciones y que lo suyo lo suyo no es el trabajo.
¿A quién más afectarán las miles de voces que se han inconformado por el desastroso esquema que diseño Adbala?
Así es, a Claudia Rivera y a Morena.
Por si algo le faltaba a la alcaldesa a la que el 80 por ciento de los poblanos reprueba y solo el 10 por ciento quiere su reelección.
Rivera Vivanco ahora no sólo tendrá que remontar una desventaja de dos dígitos, luchar contra el repudio de los poblanos, ahora también tendrá que cargar con las torpezas del torpe superdelegado.
Una vez más, Rodrigo Abdala se erige como el gran lastre de la 4T en Puebla.
Un lastre que le costará muy caro al partido lopezobradorista el 6 de junio.
El caos de la vacunación del ahijado de Bartlett le explotará en la cara a Claudia Rivera.
Dios los hace y ellos se juntan.
