Osvaldo Macuil / @OsvaldoMacuil
Las mujeres viven uno de los escenarios más complicados en la historia. Acoso, violaciones, violencia de pareja, familiar y feminicidios es parte del infierno al que se enfrentan todos los días. Como si esto no fuera suficiente, se enfrentan a un sistema de justicia que brinda impunidad a sus agresores.
Por ello, este 8 de marzo salieron a las calles a reclamar justicia. En Puebla se observó una marea morada de más de 8 mil mujeres que marcharon hacia el zócalo desde dos puntos. Un grupo partió de la Fiscalía General del Estado y el otro desde el Mercado Hidalgo.
Cuando estaban en las instalaciones de la FGE, las mujeres lanzaron pintura roja en alusión a la sangre de quienes han sido víctimas de feminicidio y no han recibido justicia.
También se observaron pintas en paraderos de RUTA y en el Ángel Custodio en el bulevar 5 de Mayo.
Pese a ello, se puede hablar más del contingente numeroso de mujeres que salieron a pedir justicia, el cual estaba conformado por niñas y personas de la tercera edad.
Al frente del movimiento iban familiares de mujeres asesinadas, quienes exigieron a la Fiscalía esclarecer los homicidios y encarcelar a los asesinos.
Poco a poco, los grupos feministas iban llegando al zócalo poblano. Todas portaban algún símbolo del 8M: pañuelo o prenda morada, alguna marca pintada en el cuerpo, o una pancarta con un mensaje para frenar la violencia de género.
“Con falda o con pantalón, respétame cabrón”, era una de las principales consignas que lanzaron las mujeres-
“El que no salte es macho”, arengaba otro grupo en el que todas brincaban.
Las mujeres se concentraron en el zócalo. Miles abarrotaron la plancha que por tradición es punto de reunión los domingos