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José Juan Galindo Soto y su esposa Evelyn regresaban a su casa, luego de ir al dentista, sin embargo, no pudieron llegar a su destino, pues el metro les cayó encima entre las estaciones Olivos y Tezonco, ambas de la llamada Línea Dorada.
En entrevista con Milenio, Doña Amelia, madre de José Juan narró que la pareja iba a bordo de su auto Sentra color vino sobre la avenida Tláhuac, quien desesperadamente llora y pide que rescaten a su hijo de 34 años.
Este día, la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum dio a conocer que 24 personas perdieron la vida y 79 fueron hospitalizadas, entre ellas Evelyn, su nuera, quien antes de ir al hospital pudo llamar a su familia para decirles que el metro les había caído encima.
Al enterarse del derrumbe, doña Amelia corrió al sitio, abandonó su negocio, su mercancía, no alcanzó a quitarse el mandil. Con ella iba su esposo Efraín, su hermana Guillermina y su nieto Edgar.
La mujer sufrió una crisis nerviosa, por lo que tuvo que ser atendida por paramédicos quienes la sentaron en una silla de ruedas, sin embargo, eso no le importó en ese momento, pues a gritos imploraba que rescataran a su hijo.
“¡Déjenme aquí! ¡No! ¡No! ¡No! Yo no me muevo de aquí. Si quieren que me tranquilice, déjenme aquí. ¿Cómo quieren que esté tranquila si mi hijo está atrapado ahí abajo?”.
Minutos después, personal de rescate se acercó a la familia solo para darles la mala noticia que, pese a los trabajos para rescatarlo, José Juan había muerto.
Edgar, hijo de la pareja, gritaba, no creía lo que estaba escuchando: “¿Mi papá está muerto? ¿Mi papá está muerto? ¡Mi papá está muerto!”. Tomó su gorra y la aventó con fuerza al piso. Doña Amelia se derrumbó en la silla de ruedas inmersa en un grito.