Por Osvaldo Macuil / @OsvaldoMacuil
La visita a Puebla del dirigente nacional de Morena, Mario Delgado nos confirmó lo que todos ya sabíamos: la división que impera en Morena gracias a las malas decisiones que se tomaron en la selección de candidatos.
Pero al mismo tiempo dejó ver que Movimiento de Regeneración Nacional en Puebla está sumamente golpeado a nueve días de la elección y solamente un milagro evitará una catástrofe para el partido de izquierda, sobre todo en la capital.
En su rueda de prensa matutina, el gobernador Miguel Barbosa Huerta dejó ver la ruptura y que la visita del líder nacional de Morena solo era para levantarle la mano a quienes han sido impuestos por los órganos nacionales del partido.
“No he hablado con él, yo no hablo con él. Viene a hacer campaña de manera natural en su calidad de líder nacional de un partido político. Vienen a apoyar a todos. A Claudia Rivera, Julio Lorenzini, Pablo Salazar, los cuatro plurinominales, Carlos Evangelista, Edgar Garmendia, Tonantzin Fernández, y Daniela Mier. Viene a hacer campaña por todos ellos”.
Tal como lo adelantó Miguel Barbosa, al evento masivo de Morena en el Country llegaron los candidatos de la lista anterior. Algunos otros como Ignacio Mier, quien va por la alcaldía de Tecamachalco, y otros desconocidos.
La declaración del gobernador, también tenía la intención de dejar en claro que los candidatos allegados a él no se presentarían.
Por ello, fue notoria la ausencia de candidatos como Nora Merino, Melissa Jaulí, Antonio López o Karina Pérez Popoca.
Al grupo de Claudia Rivera y compañía se les salió de control el evento. Cerca de 50 manifestantes les echaron a perder la fiesta y quedó exhibida la desorganización que ha imperado sus campañas.
El 6 de junio veremos qué estructura sale victoriosa ante la debacle de Morena, si los candidatos de la dirigencia nacional, o los que han declarado afinidad con el gobernador Miguel Barbosa.