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El Papa Francisco criminalizó los abusos sexuales a menores y a adultos por parte de sacerdotes, por lo que estos ya podrán ser sancionados por pedofilia y otros delitos sexuales.
El papa cambió la Ley eclesiástica para que se castiguen estos delitos, pues hay evidencia de que sacerdotes han incitado con regalos y otras distinciones, a niños y adultos para participar en material pornográfico.
Esta nueva ley establece que los adultos también pueden ser víctimas de curas que abusan de su autoridad.
Con este nuevo código penal que entrará en vigor el 8 de diciembre, los sacerdotes que abusen sexualmente de cualquier menor o adulto serán expulsados de la Iglesia.
