Los medios deportivos del país dejaron ver la falta de educación sobre violencia de género con los encabezados que usaron para titular el regreso del ecuatoriano Renato Ibarra al América, luego de que el año pasado fue grabado intentando golpear a su esposa, lo cual le valió estar unas horas en prisión y luego ser despedido del equipo de Coapa.
Este ha sido un tema polémico. De entrada el conjunto americanista ha sido criticado por recontratar a un agresor de mujeres.
En el partido ante Xolos de la jornada 6, Renato Ibarra volvió a jugar con el América. Cuando ingresó, el partido iba empato a cero. En los últimos minutos metió el gol que le dio la victoria a su equipo de 2-0.
Debido a que en su regreso metió gol, los diarios deportivos de mayor circulación nacional, le dedicaron la portada al futbolista de Ecuador.
Los encabezados de los periódicos sobre Renato Ibarra
En marzo del año pasado, Renato Ibarra fue detenido por golpear a su esposa Lucely Chalá, quien estaba embarazada. Todo quedó grabado en un video.
Semanas después el América lo corrió y al final lo enviaron al Atlas, pero solo en calidad de préstamo. Para este torneo regresó a Coapa pues no hicieron efectiva la compra.
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Este 23 de agosto, Renato Ibarra apareció en casi todas las portadas deportivas, debido al gol que metió. Sin embargo, los titulares abonan más a la violencia contra las mujeres.
El periódico Cancha, el cual pertenece a Reforma, uno de los medios más grandes de México, tituló la nota: «Golpe de autoridad».
Récord, el diario deportivo más vendido de México puso: «RenaCÍO Ibarra». Es decir, con el simple hecho de anotar un gol a su regreso, el jugador renace y deja atrás la acusación en su contra.
El Universal Deportes también se sumó a la polémica con «De presunto golpeador a anotador», con lo cual minimizaron la violencia familiar, la cual es superada por el espectáculo del balompié.
Por último, el periódico Pásala, el de nota roja criticado por sus encabezadas sarcásticos, cabeceó la nota con: «Violento zurdazo». (Sin comentarios).
Medios normalizan violencia familiar: especialista
El sitio Apuntes de Rabona publicó una entrevista con Claudia Pedraza, investigadora y especialista en temas de género, quien detalló que este tipo de portadas normalizan la violencia de género y minimizan los ataques contra mujeres.
Las portadas y notas sobre el regreso de Ibarra al Club América son un ejemplo de la forma en la cual los medios minimizan la violencia de género al convertirla en una anécdota, en un juego de palabras o un tema “polémico”, en la búsqueda de clics, lectores o rating.
Con estas acciones, la prensa se vuelve cómplice de la misma, porque manda un poderoso mensaje de impunidad: no importa golpear, violar o asesinar a una mujer; mientras sigas consiguiendo triunfos, vas a contar con el apoyo de medios y afición.
Cuando colocan a la violencia de género en segundo plano, los medios de comunicación normalizan las creencias que se validan entre la directiva, futuros jugadores, afición.
Esto resulta grave en un país donde casi el 70% de las mujeres han sido violentadas alguna vez en su vida.
No nombrar la violencia, enfocar a los violentadores como ídolos, reducir un problema estructural a un problema personal, todo constituye una falta de responsabilidad ética del periodismo.
Y en algunos casos, atenta contra las leyes al cometer violencia mediática de género.
Según la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, la violencia mediática es todo acto a través de cualquier medio de comunicación que, entre otras cosas, haga apología de la violencia contra las mujeres y las niñas de manera directa o indirecta.
Esta apología se encuentra en las notas, los titulares, las imágenes, los comentarios, etc.
Es importante que quienes toman las decisiones de publicaciones en las redacciones deportivas asuman su compromiso periodístico frente a la violencia de género.
De no hacerlo, también son responsables de las estadísticas de terror que dan cuenta de este problema. El interés comercial de ninguna empresa periodística puede estar por encima de los derechos de las mujeres a vivir libres de violencia.
