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Al rescate del Centro Histórico de Puebla

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Durante el trienio de Claudia Rivera, el Centro Histórico de Puebla y sus calles aledañas se convirtieron en un lugar indigno para los capitalinos y los turistas que visitaban a la Angelópolis.

Repleto de ambulantes, sucio y con una intervención que lo dejó en una situación deplorable, el primer cuadro de la ciudad pasó de ser uno de los lugares más bellos del país a convertirse en un verdadero muladar, que fue el fiel reflejo de la peor administración municipal en la historia de Puebla capital.

En tan solo tres años, la Angelópolis retrocedió varias décadas en el tiempo por la ineptitud, indiferencia e ineficacia de la gestión de Rivera Vivanco.

El rescate del Centro Histórico no solo era necesario, sino urgente.

Desde el primer día de su gobierno, el alcalde Eduardo Rivera se comprometió a regresarle la grandeza a nuestro zócalo, dignificarlo, ordenar el ambulantaje y revertir todos los males que se enraizaron en los últimos años, desde inseguridad, narcomenudeo y prostitución.

Con su llegada al Charlie Hall, el gobierno de Miguel Barbosa tendió su mano para trabajar coordinados y en equipo para recuperar el Centro Histórico y regresar a la capital a su lugar como una de las cinco ciudades más importantes del país.

La apuesta y el compromiso continua.

El operativo realizado la mañana de este lunes, denominado como C-10 para evitar la instalación del comercio informal en el primer cuadro de la Angelópolis y su periferia no solo destacó por la colaboración del gobierno del estado, también por su pulcritud y precisión.

Y es que, a diferencia del pasado cuando existía la fuga de información, a través de los llamados “pitazos” para que los ambulantes pudieron “torear” a las autoridades, ahora la ejecución del C-10 fue certera, pues se logró despejar la mayoría de las calles del Centro Histórico para respetar el libre tránsito de los peatones y cumplir con las peticiones de los comerciantes formales de la zona.

El operativo antiambulantaje, sobra decirlo, tomó por sorpresa a todas las agrupaciones, que fueron solapadas y alentadas por el impresentable gobierno claudista, para bloquear su instalación en las principales vías del primer cuadro de la capital.

Los operativos C-10 serán permanentes para que el Centro Histórico sea otra vez un lugar amigable y ordenado.

Parte de esta operación de recuperar al Centro de la Angelópolis también pasa por la recuperación de los espacios públicos, en específico, los más de 4 mil 600 cajones de estacionamientos en el polígono que va desde el primer cuadro de la ciudad, pasando por la 17 oriente-poniente, 8 oriente-poniente, 11 norte-sur y hasta el Bulevar 5 de Mayo.

La instalación de los parquímetros virtuales se hará después de Semana Santa luego de que la mayoría de los poblanos y comerciantes del Centro Histórico avalaron su implementación para regular de una vez por todas los espacios públicos y acabar con los franeleros y sus excesivos cobros.

Aunque algunos distraídos intentaron politizar el tema de los parquímetros y sus tarifas sin ningún éxito, la realidad es que Puebla capital tendrá el costo más bajo por ocupar un cajón público de estacionamiento, pues la primera hora será gratis, la segunda y tercera costará cinco pesos, y la cuarta será de 10 pesos, siendo esta último el tiempo máximo que un automóvil puede aparcarse en el mismo lugar.

No solo eso, los usuarios contarán con un seguro adicional contra robo total, daños y cristalazos por hasta 5 mil pesos; personas con discapacidad y residentes sin cochera no pagarán por el uso de los cajones y todas las calles tendrán zonas exclusivas para personas con capacidades especiales, bicicletas, motocicletas y áreas de carga y descarga.

Cabe destacar que el 100 por ciento de los recursos recaudados con esta iniciativa se distribuirán a la atención de temas de seguridad, obra pública, servicios y actividades de sentido social para la comunidad vecinal y comercial del primer cuadro de la capital.

A la par de estas acciones, se tiene proyectada una intervención masiva de alumbrado y semaforización; modelo único de atención y renovación en ambos sistemas, para que se garanticen condiciones de movilidad y seguridad a todos los usuarios de la vía pública.

En materia de iluminación, la estrategia contempla la implementación de nueva tecnología LED, cambios preventivos en la infraestructura, así como reubicación estratégica de la misma, instalación de nuevos puntos de luz y mantenimiento garantizado al parque lumínico.

Sin lugar a dudas, la intervención y dignificación del Centro Histórico está en marcha.

La colaboración municipio y estado es firme y palpable.

Sí, revertir el caos de Rivera Vivanco es y será una empresa bastante complicada, pero los primeros resultados están a la vista de todos.

Que sea por bien de Puebla.

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