Y sí, no hubo resurrección.
Desde ya, Ignacio Mier es un cadáver viviente.
Qué largos serán los dos años y medio que le quedan al nacido en Tecamachalco como diputado federal plurinominal y con el estigma de haber sido el padre del abril negro de la 4T.
Ni el Domingo de Resurrección logró revivir las aspiraciones del priista y amlista de ocasión.
Sin ningún logro que celebrar, cargos de mediano nivel en su trayectoria priista y en la administración pública, a Mier Velasco le quedó enorme la coordinación parlamentaria de Morena en la Cámara de Diputados.
A nadie le sorprendería si la sesión de este domingo fue la última de Mier como líder de la fracción de diputados federales del Movimiento Regeneración Nacional.
Sin ningún talento y siendo solo un encargado de despacho de Mario Delgado, Nachito Mier será recordado como uno de los verdugos de la Reforma Energética de Andrés Manuel López Obrador, pues como presidente de la Jugocopo no fue capaz de lograr los acuerdos y consensos necesarios para que la iniciativa del presidente de la República consiguiera los votos para ser aprobada por el pleno de la Cámara baja.
Mier demostró una vez más su falta de capacidad y su ínfima estatura política al querer jugar en las grandes ligas del círculo rojo de México.
El expriista, quien de un día para el otro soñó con la posibilidad de ser gobernador de Puebla en el 2024, jamás dejará de ser un político aldeano, quien vive a la sombra de su padrino político, el impresentable Manuel Bartlett.
Un cacique más de una región sin peso en Puebla.
Nacho Mier será uno de los muchos huérfanos que dejará la llamada #LeyBartlett.
Durante meses, Nachito, o más bien “Nachitito”, únicamente convenció a un solo diputado del Revolucionario Institucional para sumar su voto a favor de la fallida Reforma Energética lopezobradorista.
De los más de 50 votos que Morena necesitaba para modificar la Constitución Política de México, Mier solo fue capaz de rescatar uno.
De ese tamaño es el fracaso de Mier Velasco como coordinador parlamentario de Morena.
Para nada resultó fortuito ni tampoco fue una coincidencia que desde hace semanas Adán Augusto López, el poderoso secretario federal de Gobernación, le quitó de las manos a Ignacio Mier las negociaciones de la Reforma Energética con la oposición.
Es más, hasta Ricardo Monreal, quien está alejado del primer círculo de López Obrador, tuvo que meterse de cuerpo completo para salvar el desastre de Nachitito en la Cámara de Diputados al mover a los pocos legisladores que domina a pesar de que él mismo reconoció la imposibilidad de que la iniciativa del presidente fuese aprobada.
En Palacio Nacional sabían del gran error que cometió Mario Delgado al confiar en un verdadero improvisado como Nachito, cuyos mayores logros fue ser líder estatal del PRI en la era bartlista y ser secretario del Ayuntamiento de Puebla en el lamentable trienio de su Enrique Doger, quien, por cierto, votó a favor de la Reforma Energética de Enrique Peña Nieto en el 2014 y que siete años después se subió al barco de López Obrador para cargarle el portafolio y abrirles las puertas de Mier Velazco.
La congruencia del primer círculo de Mier, está claro, no es su fuerte.
Tampoco está de más señalar la gran oportunidad que perdió el poblano de consolidar su moribundo proyecto político a pesar de la gran posición de poder que ostentaba al ser el presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política de la Cámara de Diputados.
Abril, sin lugar a duda, será el peor mes en la carrera de Mier Velazco, ya que desde la Consulta de Revocación de Mandato de la semana pasado demostró su falta de talento y de operación política y que este domingo quedó claro que su futuro solo esta en los cargos de representación relativa o para cuidarle el escritorio a algún superior.
¿Los conspiradores barbosistas, como Fernando Manzanilla, Claudia Rivera, Genoveva Huerta, entre otros, se mantendrán firmes con el diputado federal o ya lo dejarán morir solo?
¿Cuántos de los marginales que ya veían a Ignacio como gobernador en el 2024 buscarán ahora a Alejandro Armenta o tocarán las puertas de Casa Aguayo para rogar por el perdón del gobernador Miguel Barbosa?
El mapa geopolítico de Puebla vuelve a configurarse.
La fallida Reforma Eléctrica le bajó el switch y dejó sin gasolina a Nachito.
Que el último en dejar el cuarto nachista apague la luz.
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