Te recordamos todos los dulces que amabas comer en tu infancia
Si eres de los que vivió su infancia y pubertad entre los 80´s y 90´s seguro esta nota te llenará de nostalgia, pues te vamos a recordar todos los deliciosos dulces que amabas comer cuando eras un peque.
No importa si eras de los que preferían los azucarados que te llevaban directo a un coma diabético o de los que preferían arder en llamas con los picosos.
Dulces retro
Motitas
Se trataban de unos chicles, eran de forma larga y distinguidos por su envoltura con la cara de un leopardo en caricatura.
A parecieron a mediados de los 80 y se presentaban en sabor tutti-frutti, uva, plátano y demás sabores, eran bien chidos porque el sabor no se iba tan rápido.
Piedrulces
Se trataba de unos dulces pequeñísimos con apariencia de una piedra, aunque eran muy sabrosos se extinguieron a finales de los 90’s, después de que la empresa mexicana Olynka S.A., cerró sus puertas.
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Cigarrillos de chocolate
Si lo que querías era jugar al adulto, podías comprar estos cigarrillos de chocolate que se vendieron en los 80 y 90, cuando era muy común que las personas fumaran.
Queriendo imitar a sus padres, los niños compraban este dulce, lo que lo convirtió en un éxito total.
Squeeze Pop
Era una paleta liquida, así es un dulce con una presentación muy original de la marca Hubba Bubba/Wrigleys, creado a finales de los 90’a.
Chupi pack
Era un cubito de plástico que para comerlo tenía su chiste, pues lo tenías que doblar a la mitad de donde salían sus dos sabores: leche y chocolate.
Aunque era parecido al famoso Duvalin, su sabor era diferente y gustaba más, incluso hicieron una petición en Change.org para que vuelvan.
Sugus
Se trata de unos dulcecitos de caramelo suave que ofrecen una mezcla de sabor al mascar, sin duda de los dulces más famosos en todo México.
Aunque hoy existen los Gudus, que intentan imitar el caramelo, están muy lejos de ser iguales.
Paleta Vampiro
La paleta Vampiro era la favorita de muchos niños, niñas y hasta adultos; y es que su sabor grosella era incomparable.
Su colorante rojo hacía que la lengua y labios quedaran pintados de rojo, simulando la “sangre” como si fueras un vampiro.
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