Cada año, el 3 de mayo la iglesia Católica celebra el Día de la Santa Cruz, fiesta en la que los albañiles adornan cruces con flores de papel para que los protejan en sus actividades diarias.
Esta celebración se lleva a cabo en México desde hace más de 500 años aproximadamente, pues las primeras cruces se levantaron por los primeros expedicionarios españoles que llegaron al país 1517, 1518 y 1519.
¿Por qué se celebra el Día de la Santa Cruz?
La tradición nació en los primeros años de la Evangelización, impulsada por Fray Pedro de Gante, cuando como misionero llegó a Nueva España en 1523.
Primeramente, en tiempos prehispánicos, la cruz se adornaba con estelas, pinturas y basamentos piramidales, y su significado tenía relación con el maíz y en la cultura tolteca.
Según Eusebio de Cesárea, uno de los historiadores del cristianismo, el emperador Constantino, hijo de Santa Elena, tuvo una revelación antes de la batalla contra Majencio en el año 311.
Constantino tuvo la visión de una cruz luminosa en el cielo, con una voz que decía: “Con este signo vencerás”; por ello, mandó poner el símbolo en la bandera de su ejército, ganando la batalla.
Después de esto, Santa Elena fue a Jerusalén a buscar algunos vestigios de la pasión de Cristo y encontró algunos maderos en el Calvario un 3 de mayo.
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¿Por qué también es Día del Albañil?
Todos los trabajadores de la construcción en México adoptaron el 3 de mayo como suyo para celebrar el Día del Albañil, por lo que es muy común ver cruces de madera con flores y listones colocadas en las construcciones que están en obra negra.
Además, también se acostumbra que los patrones ofrezcan una comida a sus trabajadores, pues algunos pueblos prehispánicos realizaban ceremonias y sacrificios para pedir buenas cosechas.
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