María Eugenia Rojas es una madre que vive con la ausencia de un ser querido. Su hija Fabiola Narváez desapareció en la unidad habitacional Villa Frontera en enero del 2021 y a la fecha, no sabe nada de su paradero.
En entrevista con ALMANAQUE, narró la angustia que ha tenido que soportar durante 20 meses. Desde el 13 de enero del año pasado no sabe nada de su hija y el caso parece que no tiene avances pues en la Fiscalía General del Estado no le han proporcionado mayor información.
María Eugenia vivía en Cancún, Quintana Roo, pero desde que supo que su hija estaba desaparecida tuvo que volver a Puebla, de donde es originaria para encabezar la búsqueda de Fabiola.
La madre contó que no ha podido acceder a la carpeta de investigación, pese a que ha insistido todo este tiempo.
«Yo recibí una llamada como a las 7 de la noche, me llamó mi nuera para decirme que Faby no aparecía, y le dije que como, me dijo que salió a la Central de Abastos y al banco y es la hora que no llega y le dije pues esperala a lo mejor fue a hacer otra cosa. Como a las 10 de la noche me marcó para decirme que no aparecía».
María Eugenia lleva 4 años sin ver a su hija
Hace cuatro años, María Eugenia se fue a vivir a Cancún y desde entonces, no ha visto a su hija, pues cuando regresó a Puebla fue para buscarla.
Mencionó que todos los días hablaba con ella por teléfono para preguntarle cómo estaba, que le compartiera recetas para hacer de comer y contarle sobre Ari, su nieta.
«Vivía yo en Quintana Roo, en Cancún y tenía año y medio que me había ido y el 13 de enero me habla mi nuera que no aparece. Ha sido duro porque aunque no estaba aquí sí había contacto con ella, casi del diario nos hablábamos ya fuera para decirme ‘hola mamita cómo estás’, o decirme que Ari se estaba portando bien o como se prepara este guisado».
María Eugenia contó que esto influyó para que su testimonio no fuera tomado en cuenta por la Fiscalía General del Estado (FGE) al recabar evidencia, pues le dijeron que al no vivir aquí no podía ser entrevistada.
A un año ocho meses, nadie se ha comunicado con ella
Contó que durante este tiempo, no han recibido información de nadie, pero a los pocos días de desaparecer, los supuestos secuestradores se pusieron en contacto con su otra hija para extorsionarla y entregarle a Fabiola, pero solicitaban que fuera sola.
Sin embargo, María Eugenia pidió que no fuera ya que sintió que podía tratarse de una extorsión o algo más peligroso, pues había inconsistencias en sus comentarios.
¿Cómo es Fabiola?
Fabiola, la describe su mamá como una mujer con alma de niña y que todos los vecinos la conocían y saludaban porque era muy amable y alegre.
Detalló que Fabiola vivía para cuidar a sus hijas pues era lo que la hacía más feliz, por eso negó que haya escapado y abandonado a su familia.
«Es una niña tranquila, una niña buena, para una madre no hay hijos malos, es buena, toda la gente la conoce y sabe que es una niña que no le gusta meterse en problemas, apapachadora, le gustaba escuchar música, su prioridad eran sus hijas».
«Hay un vacío bien grande en mi corazón» las palabras de María Eugenia para su hija
Desde el 13 de enero de 2021, María Eugenia siente un gran vacío en su corazón, pues le falta una de las personas más importantes en su vida.
«Que la amo, hay un vacío bien grande en mi corazón, ya no aguanto, en dónde quiera que esté si es que me escucha que regrese a la casa, no creo que se haya ido por su propio pie».
A pesar de las dificultades del proceso, tiene la esperanza de que Fabiola regrese sana y salva para ver crecer a su hija, quien desde que perdió a su mamá, ha sufrido mucho.
María Eugenia comentó que las personas que se llevaron a su hija no saben el dolor que le han provocado a su familia, pues aseguró que han desbaratado su vida, la de su esposo, hijos y sus nietas.
«La gente que está pasando esto hay que ser fuertes para seguir buscando a nuestros hijos, esa gente que se los llevó no se dan cuenta que desbaratan toda una vida no de una sino de muchas personas porque de una u otra forma me desbaratan a mi, a su papá, a sus hermanos, a sus hijas».
Ari, su hija, siente que lo perdió todo
Para Ari, la hija mayor de Fabiola, no saber de su madre es lo peor que le ha pasado en su vida. Con frecuencia llora por su ausencia y le cuenta a su abuela que lo ha perdido todo.
En varias ocasiones, le ha contado a su abuela que se quedó sin su madre, sin su papá y su hermana, lo que ha provocado un retroceso en ella, pues dejó de leer y escribir.
Pidió a las autoridades que la ayuden a recibir justicia para encontrar a su hija y terminar con la angustia que ha vivido desde hace 20 meses.