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A Armenta se le cayó la Mesa Directiva del Senado

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Será el próximo jueves cuando Alejandro Armenta, el ahijado de Mario Marín, sume otro fracaso a su ya larga lista de fiascos políticos.

El próximo 1 de septiembre iniciará el segundo periodo ordinario de sesiones en el Senado de la República, y aunque es un hecho que Morena presidirá la Mesa Directiva, el partido todavía no logra el consenso para definir al legislador para este cargo.

Aunque expriista es el delfín de Ricardo Monreal, que más bien parece carnada, aun no logra que el resto de los senadores de Morena le den su visto bueno para presidir la Mesa Directiva de la Cámara baja.

En las últimas horas ha comenzado a sonar con fuerza el nombre de Higinio Martínez, la carta de Claudia Shienbaum, la jefa del gobierno de la Ciudad de México y la “corcholata” favorita de Andrés Manuel López Obrador, quien se perfila para ocupar el cargo en el que se establece la prioridad de los dictámenes que serán sometidos a votación, asignar el orden del día y conducir los debates en el Pleno.

Martínez Miranda sumó este lunes un gran respaldo en su intentona de hacerse de la presidencia de la Mesa Directiva una vez que Gabriel García declinó en la carrera por la designación y se adhirió al exalcalde de Texcoco.

No se puede perder de vista la importancia de la llegada de Higinio Martínez a la presidencia del Senado justo en el periodo en el que estará en juego también el gobierno del Estado de México y todo lo que ello implica.

Con más posibilidades en la puja por la Mesa Directiva también se encuentra José Narro, pues el legislador zacatecano cuenta, al decir de sus cuentas, con 36 de los 65 votos posibles al interior de la fracción morenista en el Senado.

Además, Narro Céspedes es el principal opositor de Monreal Ávila en el Senado, por lo que no permitirá que su paisano se agandalle dicha posición para imponer a su subordinado Armenta.

Sobra decir que las posibilidades de presidir el Senado de la República de Alejandro Armenta son casi nulas.

Con esto, Armenta Mier estaría viendo diluidas sus últimas esperanzas de hacerse de la candidatura de Morena al gobierno del Puebla, pues sin esta posición y con el veto que López Obrador levantó sobre su mecenas Ricardo Monreal son dos lozas bastantes pesadas que lo tienen más allá del subsuelo.

Por todos los factores nacionales en su contra es que el hijo putativo del góber precioso se ha puesto de tapete del gobernador Miguel Barbosa para convencerlo de que sea él su carta fuerte para sucederlo, pero ni todas sus zalamerías, que rayan ya en lo vergonzoso y lo ridículo, va a lograr que el mandatario poblano lo deje de ver como un traidor profesional y un político aldeano y pequeño.

Además de su historial de traiciones, Armenta Mier es conocido por ser perdedor nato, quien desde su llegada arribista a Morena intentó jugar en las grandes ligas sin que nadie lo respete o lo tome en serio.

Alejandro jamás dejará de ser el cargaportafolios de alguien más.

En su momento lo fue de Mario Marín Torres, luego de Javier López Zavala, después de César Camacho, en algún momento de Miguel Ángelo Osorio Chong, y ahora de Ricardo Monreal.

También, el oriundo de Izúcar de Matamoros es un hombre cuya palabra no tiene ningún valor y que no sabe cumplir acuerdos.

Armenta Mier, quien en su ya larga y decadente carrera política de más de 30 años solo puede presumir, como gran logró haber llegado al Senado gracias a la Ola lopezobradorista que arrasó en el 2018 en todo el país.

Nadie puede olvidar que como líder estatal del PRI, Alejandro cargó con la derrota histórica del PRI; seis años más tarde, Armenta también tuvo que tragarse la derrota de Blanca Alcalá en las elecciones del 2016 cundo fungió como coordinador general de la campaña de la exabanderada del tricolor.

En el 2019, el ahijado de Marín hizo un ridículo monumental al pelearle la candidatura a Barbosa Huerta en el proceso interno de Morena y hasta conspiró con sus empleados una suerte de atentado en contra del que a la postre repetiría como el abanderado del partido lopezobradorista en las elecciones extraordinarias de ese año.

Lo dicho, Alejandro Armenta es un perdedor nato.

La elección del próximo presidente de la Mesa Directiva lo dejará una vez claro.

Otro Mier que la desgracia lo persigue.

Los Mier dan risa.

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