Por primera vez en la historia, en la negociación salarial y contractual de Volkswagen se utilizó la consulta para legitimar el acuerdo alcanzado con el Sindicato y luego de tres elecciones internas se validó el aumento de 9% al salario y 2% en prestaciones.
En 2019, a nivel federal se impulsó una reforma a la Ley del Trabajo a través de la cual se les dio voz y voto a los trabajadores en torno a los acuerdos sindicales, esto con la finalidad de terminar con los líderes charros que se beneficiaban antes que a sus agremiados.
Los trabajadores de Volkswagen usaron este poder que les dio el presidente Andrés Manuel López Obrador, una de sus promesas de campaña, para conseguir una mejora considerable en sus percepciones.
De entrada, la empresa se vio obligada a dejar de lado los aumentos salariales paupérrimos y que en los últimos años fueron menores al 6%.
Por eso se puso sobre la mesa una oferta de 11% global al salario y prestaciones. El porcentaje suena muy atractivo. pero si tomamos en cuenta que en el último año la inflación se disparó 7%, les deja un aumento real del 4%.
Los directivos de la firma alemana pensaron que al dar un aumento de dos dígitos, y que al mismo tiempo era el mejor ofrecimiento en dos décadas, en automático dirían SÍ.
Los trabajadores de Volkswagen estiraron la liga hasta el último momento de la negociación. El 18 de agosto vencía el primer emplazamiento a huelga, y al rechazar dos veces en consulta la oferta, se recorrió primero al 9 de septiembre y luego al 14 de septiembre.
Si bien, no consiguieron un aumento mayor al inicial, al final ganaron un bono que será de mil 720 a 5 mil 400 pesos, dependiendo del rango salarial, solo con hacer retroactivo el acuerdo al 20 de julio.
Los obreros siempre han sido criticados: que si son los mejor pagados de México, que si siempre quieren ganar, que nunca están conformes, que deberían castigarlos y llevarse la empresa.
Lo cierto es que fue una revisión histórica en la que se envía el mensaje de que la clase trabajadora tiene un poder real que servirá para mejorar su calidad de vida.
Detrás de todo esto se debe tener cuidado pues agentes externos pueden influir para generar estabilidad laboral y económica.
Los trabajadores de Volkswagen demostraron que se puede terminar con los líderes charros, como esos que aún se encuentran en la CTM y que por años acordaron aumentos salariales por debajo de la mesa a cambio de prebendas y mochadas de escándalo.
Con este acuerdo ganaron los obreros al tener un aumento considerable, ganó la empresa al evitar la huelga y ganó la economía de Puebla.