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Follow the money II: La nueva ruta de dinero de Gali

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Uno de los grandes secretos a voces en Puebla es sobre la riqueza que acumuló José Antonio Gali a su paso por la Secretaría de Infraestructura, la alcaldía de Puebla y por el gobierno del estado en tan solo siete años.

Muchas de las personas que hemos documentado los pasos de la familia Gali desde su irrupción en el morenovallismo como una pieza clave del esquema de negocios que diseñó el siniestro Rafael Moreno Valle dimos cuenta de los múltiples negocios en diferetes ámbitos que iban desde las asesorías fiscales para lavar dinero a través de las famosas “factureras” hasta restaurantes de alta gama y antros, además de sus diferentes y variadas propiedades en todos el país y en el extranjero.

En poco menos de una década, Gali Fayad pasó de ser una persona con cierta riqueza a ser uno de los poblanos cuyo patrimonio es incalculable y que gran parte de los empresarios de renombre en la entidad no tienen ni la tercera parte a pesar de haber trabajado toda su vida.

Todos en Puebla tienen alguna anécdota o experiencia que implica la lujosa e inexplicabla vida de Tony Gali y sus hijos.

Tras salir huyendo del país al saberse vulnerable ante el cúmulo de irregularidades y cuentas pendientes que dejó al concluir su fugaz administración de 20 meses, Gali se refugió en Boston, Massachusetts, en donde su primogénito José Antonio Gali López radicaba de manera esporádica cuando se aburría del territorio nacional.

Fuentes de extrema confianza le aseguran a este reportero que el segundo hijo de Tony, Eddi Gali, escogió a Barcelona, como su lugar para residir tras salir huyendo de Puebla. El vástago del exgobernador compró un lujoso piso en el Puerto de Montjuic, en la misma torre cerca del Hotel W, en donde el hermano de Pep Guardiola radica.

El autor de esta columna fue el primero en documentar que el hijo de Gali Fayad era dueño de un bar, La Licorería San Pedrito, en una de las mejores zonas de la capital del Reino de Cataluña, en el Barrio del Born, sin poder explicar el capital para matener dicho negocio.

Ahora, la ruta del dinero de la familia Gali tiene nuevos caminos visibles.

Y es que, el exmandatario ha diversificado su “actividad empresarial” a través de diferentes prestanombres.

Uno de los principales es Rafael Ramos González, quien es el encargado de blanquear las divisas del morenovallista obtenidas a través de operaciones con recursos de procedencia ilícita.

En una entrega anterior de las Historias de un Joven Reportero detallé que Ramos y sus empresas factureras le lavaron miles de millones de pesos a Gali Fayad con un pull de empresas entre las que destacan el Restaurante La Única; Eco Row, firma especializada en el manejo de residuos; la mezcalera Elixir Agave; de Cesfi Group.

“Cesfi Group era la encargada del cobro del agua del 2011 al 2014, hasta que se aprobó la privatización del agua, y se dice que también tiene el control del cobro de predial en el corruptísimo gobierno de Claudia Rivera, a través de su empresa hermana Goo Business SC, la cual fue creada tras el escándalo del despido masivo de trabajadores luego de que Agua de Puebla rescindió el contrato que mantenía con ellos en el 2016”, precisé en la entrega titulada “Rafael Ramos, el nuevo rey facturero de Puebla”, publicada el 10 de febrero del 2021.

Hoy, el binomio Gali-Ramos es dueño del restaurante oaxaqueño Agua Lumbre y del Piano Bar que está junto a este inmueble ubicado en la Torre City Angelópolis.

También, el exgobernador y su hija Dinorah Gali López son accionistas mayoritarios de los salones de belleza y tiendas de suministros capilares y faciales Studio S, la cual ya es franquicia y cuenta con al menos una veintena de establecimientos en la capital y la zona metropolitana.

Lo mismo sucede con las boutiques de carne y artículos para parrillas y asadores, A Fuego Vivo, la cual tiene su matriz en Plaza Kentro, frente a La Vista Country Club.

Al decir del periodista Álvaro Ramírez, Tony Gali también es socio de Diódoro Carrasco, ex gobernador de Oaxaca y exsecretario general de Gobierno en Puebla, en el renovado Hotel Royalty que esta semana reabreb sus puertas.

En la columna del 17 de octubre de 2019 quien esto escribe dio cuentas que Carrasco Altamirano pagó la cantidad de 10 millones de pesos a Don Leonardo Hill Cortazar por el icónico inmueble ubicado en el Portal Hidalgo, Número 8, del Centro Histórico de la Angelópolis, para ahora ser el dueño, junto con Gali del lujoso hotel.

También, es de todos sabidos las inversiones que Tony Gali hizo en Valquirico, el complejo comercial y residencial de Grupo Uomo, antes Abanza, propiedad de los hermano Blanca. De hecho, la constructora del exgobernador era la única aprobada para realizar las lujosas residencias con estilo toscano en Tlaxcala.

Esto solo es parte de la impresionante e inexplicable riqueza de Tony Gali, quien junto con Fernando Manzanilla está ansioso por regresar a la escena pública de la mano de Ignacio Mier, quien es capaz de aliarse con los peores saqueadores del erario poblano.

Follow de money, baby.

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