Alexander Contreras es un ejemplo de que cuando se tiene una meta, hay que estar dispuesto a hacer de todo para alcanzarla. Vive en El Salvador y no cuenta con servicio de internet en casa, por eso se preocupó cuando el coronavirus hizo que las escuelas mandaran a los estudiantes a estudiar en linea desde casa. ¿Eso lo detuvo? Para nada. Todos los días sube a un árbol que está junto a su casa para que su celular agarre señal y eso le permita tomar sus clases.
De acuerdo con elsalvador.com, Alexander tiene 20 años y estudia comunicación en la Universidad Autónoma de Santa Ana, pues su sueño es convertirse en periodista. ¿Su casa? Se ubica en el municipio de Atiquizaya, departamento de Ahuachapán, zona donde el acceso es algo complicado y la señal de internet no es fácil de conseguir.
Pero cuando la pandemia obligó a las escuelas a cerrar, Alexander no permitió que eso le impidiera seguir estudiando. Con cuadernos y libros en una mano y su celular en la otra, sube todos los días al árbol para buscar la señal de internet y así poder tomar sus clases en línea. La historia del joven salvadoreño se dio a conocer cuando su padre lo vio sentado sobre las ramas del árbol y decidió tomarle una foto para subirla a redes sociales.
“Así es como me toca recibir mis clases en línea. Es el único lugar donde puedo encontrar un poco de señal“, comentó Alexander. Además, indicó que recibe el apoyo de sus profesores y compañeros cuando de plano no le es posible conectarse: “Gracias a Dios mis compañeros y catedráticos comprenden mi situación y cuando no puedo conectarme, ellos me informan de todo lo que vieron en clases“.
Su padre, por otro lado, expresó que él quisiera poder pagar un servicio de internet que permitiera a su hijo estudiar al interior de la casa, pero la falta de recursos propios y de la zona donde viven, no se lo permite. Únicamente le es posible costear el pago del celular para que su hijo tenga red en éste.
El gobierno ya busca la forma de ayudarlo
Por fortuna, la conmovedora historia de Alexander podría terminar pronto. Gracias a las redes sociales y al medio antes citado, su caso llegó a oídos del gobierno. Vladimir Hándal, secretario de Innovación, informó que ya contactaron al joven para brindarle una conexión de internet en su vivienda.
Ojalá que Alexander pueda muy pronto seguir sus estudios sin subir al árbol, pero por lo pronto, la historia del joven ya quedó como un ejemplo de perseverancia y de que las barreras pueden superarse. “Nunca imaginé que un árbol que sembramos hace seis años me diera la oportunidad de seguir estudiando (…) Invito a los jóvenes a que aprovechen el estudio y más aquellos que tienen los recursos. Cada sacrificio vale la pena para alcanzar nuestros sueños“, expresó.