Una parte de la población penitenciaria de Puebla se dedica a elaborar artesanías y diferentes productos que venden para obtener recursos y apoyarse durante su condena al interior de los penales y para darle un poco de dinero a sus familias.
El gobierno de Puebla los apoya para comercializar sus productos en una galería al interior del CIS de San Javier en el Centro Histórico, a través del programa «Sueños Artesanos». Además, de que sus productos los llevan a las ferias para obtener más ingresos.
Valeria Hernández Lobato, subsecretaria de Centros Penitenciarios de la Secretaría de Seguridad Pública detalló que con esta actividad buscan incidir en la reinserción de las personas privadas de su libertad por cometer algún delito.
De entrada, en cárceles como la de San Miguel, Tepexi, Chingahuapan, Zacatlán o Zacapoaxtla les enseñan oficios para que aprendan a elaborar los productos.
A partir de estos cursos fabrican artículos religiosos, mesas de madera, peluches, bolsas y pintan cuadros. También pueden hacerles pedido de piezas específicas, como el caso de los presos de Chignahuapan que hacen esferas.
Estos artículos los pueden encontrar en el CIS de San Javier de lunes a sábado de 9 de la mañana a 4 de la tarde.
«La gente tiene empatía en ayudarlos, para que puedan aportar a la sociedad, las personas ven la calidad de los productos que están entregando».
Añadió que los reos consiguen el material de sus productos con su familia y se aplican protocolos de seguridad para evitar que ingresen artículos prohibidos.