El decreto por el que la edad de jubilación se eleva de 62 a 64 años en Francia, generó descontento en la población y causó que en varios estados haya disturbios.
La política fue aprobada por el presidente Emmanuel Macron sin el voto de la Asamblea Nacional debido a la falta de una mayoría clara entre legisladores.
Tras esta decisión, se generaron diversas manifestaciones debido al descontento de la política, una en la Plaza de la Concordia y otra convocada por sindicatos desde la Asamblea Nacional.
La presión se hizo mayor luego de que se anunciara la aplicación del Artículo 49.3 de la Constitución francesa, que confiere la facultad de aprobar una medida sin el voto parlamentario.
Tanto la izquierda como la ultra derecha presentaron dos mociones de censura luego de esta medida, además comenzaron a exigir la dimisión de la primera ministra, Élisabeth Borne.
La líder de la ultra derecha, Marine Le Pen, consideró que la decisión de Macron y su gobierno podrían empujar una fuerte crisis política en el país, por lo que su bloque apoyará cualquier moción de censura.
En ciudades como Rennes, Nantes, Lyon y Marsella se suscitaron diversos disturbios con incendios callejeros y destrozos en tiendas y oficinas bancarias.
El Ministro del Interior, Gérald Darmanin informó a la prensa francesa que 310 personas fueron arrestadas durante la noche, la mayoría de ellas, 258; ocurrieron en París donde hubo mayor cantidad de disturbios.