Los bandazos, el quedar bien y el adecuar los discursos según sea el caso para agradar a las audiencias, dígase el presidente, los asistentes a alguna reunión o algún grupo conservador de Puebla han demostrado la falta de convicción política y la falta de brújula con Morena y el Movimiento de la Cuarta Transformación por parte del senador Alejandro Armenta.
¿Los poblanos quieren o se merecen a alguien que hoy dice una cosa y luego cambia de opinión mágicamente?
El legislador poblano se trazó una ruta, un viaje que comenzó hace mucho tiempo, el impulso lo llevó a cohabitar con el PRI y Mario Marín, a buscar caminos con Acción Nacional a conspirar contra Miguel Barbosa, a traicionar a su padrino político Ricardo Monreal y hoy en día a tratar de agradar a como dé lugar al presidente y a la militancia de Morena que no le perdona ser un comodín que ha utilizado al partido para sus intereses personales.
En esta serie de bandazos el senador presentó una iniciativa para desaparecer al INAI de la cual terminó por retractarse luego de que le tomaran el Senado, también se lanzó contra la Suprema Corte de Justicia de la Nación y le declaró la guerra a la ministra Norma Piña a quien exhibió a través de una conversación privada, todo con el afán de recibir la aprobación del presidente a quien más que un halago, le genera molestias.
El último golpe de timón fue en un acto que se ha vuelto común, al tratar de navegar con la bandera del queda bien, se lanzó contra la ley de infancias trans lo que no cayó nada bien al interior de Morena y su militancia que por años pelearon por el reconocimiento de la comunidad LGBT.
Poco tardaron las voces del Movimiento en pronunciarse de manera pública contra Armenta, la primera en levantar la voz fue la diputada federal Salma Luévano, quien es la primera mujer trans en acceder a una diputación federal por las cuotas arcoíris, quien lo acusó de discriminar, de ignorar y de violentar los derechos humanos.
La segunda fue la activista y diputada federal trans, María Clemente, quien ofreció una rueda de prensa para informar sobre el extrañamiento que interpuso ante la Comisión de Honestidad y Justicia de Morena para que el senador realice acciones para resarcir el daño hacia la comunidad, dando como acto final un paso más atrás por parte del senador que no tuvo más que retractarse a través de redes sociales.
La brújula está mal, y el tratar de recomponer sólo lo exhibe, parece que está desesperado, bueno, dicen que hasta las semillas de los arbolitos no germinan como antes. ¿Qué hará cuando revise las encuestas de junio? ¿Qué hará cuando se vea rebasado? ¿Se arrepentirá de nuevo o brincará a otro barco? Dijeran los clásicos de las columnas: conste que son preguntas.
Hasta la próxima