La mañana de este domingo, un sismo de magnitud 5.2 sacudió a la Ciudad de México, despertando a muchos de sus habitantes. Aunque la intensidad del temblor fue leve, se pudo sentir en diferentes zonas de la capital, generando preocupación entre la población. Sin embargo, para sorpresa de muchos, la alerta sísmica no se activó, lo que generó interrogantes sobre el funcionamiento del sistema de alerta.
Inicialmente, el Sismológico Nacional informó que el sismo había alcanzado una magnitud de 5.5, con epicentro en Ciudad Altamirano, Guerrero. Sin embargo, posteriormente, actualizó la información reduciendo la magnitud a 5.2. A pesar de la discrepancia inicial, el sismo logró despertar a muchas personas en la Ciudad de México, quienes reportaron haber sentido una especie de «ola» debajo de sus camas.
Ante la ausencia de la alerta sísmica, Martí Batres, jefe de Gobierno de la capital, se pronunció al respecto a través de su cuenta de Twitter. Según su explicación, el sismo no generó suficiente aceleración en la Ciudad de México para activar la alerta sísmica, y afortunadamente, no se reportaron daños en la ciudad.
«Se registró un sismo con epicentro en Altamirano, Guerrero, con una magnitud de 5.5. Por su baja aceleración en la Ciudad de México casi no se percibió. Por lo tanto, no ameritó activación de la alerta sísmica. No se reporta ningún tipo de daño en la capital», escribió Batres en su mensaje.
Por su parte, la cuenta oficial de la alerta sísmica también emitió una explicación sobre la ausencia de la alerta en esta ocasión. Según su comunicado, la energía generada por el sismo en los primeros segundos no alcanzó los niveles necesarios para activar el sistema de alerta sísmica.
«Sismo detectado el 16-jul-23 a las 07:44:47 hrs. NO AMERITÓ ALERTA SÍSMICA porque la estimación de energía en los primeros segundos no superó los niveles preestablecidos. Sensor cercano: En la ciudad de Altamirano, Guerrero», informó la cuenta oficial.
A pesar de la falta de activación de la alerta sísmica, las autoridades reafirmaron que no se reportaron daños en la Ciudad de México como consecuencia del sismo. No obstante, este episodio generó interrogantes sobre la efectividad del sistema de alerta y la necesidad de revisar los criterios de activación para garantizar la seguridad de la población en futuros eventos sísmicos.