El desbordamiento de un arroyo en Autlán de Navarro provocado por una lluvia atípica dejó un devastador saldo de ocho muertos en la comunidad de El Jalocote, en este municipio de Jalisco.
Hasta el momento, se han confirmado ocho personas fallecidas, dos desaparecidas y tres hospitalizadas, incluyendo a una bebé de once meses de edad con daño craneoencefálico.
El desbordamiento del arroyo El Cangrejo se desató en la madrugada del lunes 25 de septiembre, arrasando con viviendas, escuelas, vialidades y dejando una estela de destrucción a su paso.
Las autoridades locales, encabezadas por el presidente municipal, Gustavo Robles, han estado trabajando en la atención de la emergencia.
Entre las personas heridas se encuentra una bebé de once meses que, debido a la gravedad de su condición, fue trasladada vía aérea al Hospital Civil de Guadalajara. Las otras dos personas lesionadas están siendo atendidas en un hospital regional.

Las imágenes compartidas en redes sociales muestran la repentina inundación que se apoderó de la comunidad, con miles de litros de agua arrastrando todo a su paso, desde tierra y árboles hasta automóviles y basura. Las calles quedaron cubiertas de lodo en las zonas menos afectadas.
Para la búsqueda de las dos personas desaparecidas, las autoridades han desplegado binomios caninos y drones sobre la zona afectada, en un esfuerzo por encontrar a los desaparecidos y brindar un cierre a sus familias.
Se ha movilizado un contingente de 107 elementos de dependencias de los tres niveles de gobierno, incluyendo comandancias regionales de Ciudad Guzmán, Cihuatlán y Guadalajara, así como personal de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), entre otros.
El secretario general del Gobierno, Enrique Ibarra, se encuentra en la zona afectada, supervisando los esfuerzos de respuesta y atendiendo las necesidades de la población.
El Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de las Familias (DIF) Autlán habilitó un refugio con 101 catres, 170 cobijas, 100 colchones y despensas para apoyar a las familias afectadas por esta tragedia.
A pesar de que el arroyo ya no se encuentra desbordado, aún presenta un alto flujo de agua, por lo que se aconseja a las personas mantenerse alejadas de la zona y seguir las recomendaciones de las autoridades locales.
El presidente municipal, Gustavo Robles, declaró emergencia en la zona, lo que permitirá que la comunidad acceda a los apoyos necesarios en este difícil momento. Robles destacó que la lluvia atípica tomó por sorpresa tanto a los residentes como a las autoridades locales, lo que impidió una evacuación oportuna a zonas más seguras.
En cuanto a las personas fallecidas, hasta el momento no se ha proporcionado información adicional sobre sus identidades ni las circunstancias precisas de su trágico destino. Las labores de rescate y búsqueda continúan mientras la comunidad se recupera de esta devastadora inundación en Jalisco.