Néstor Camarillo: Diputado, candidato, dirigente y portero del PRI
El Partido Revolucionario Institucional (PRI) vive una de sus peores crisis en Puebla desde 2010 cuando perdieron la gubernatura. El protagonista de la debacle es Néstor Camarillo.
Este personaje se ha quedado solo en el ex partidazo y asume todo como si no hubiera más militantes que merecen una oportunidad.
Hoy es el único diputado del PRI en el Congreso Local, presidente estatal del partido, candidato a senador en primera fórmula. Solamente le falta hacerla de portero del edificio ubicado en la Diagonal Defensores de la República.
Jorge Estefan Chidiac lo exhibió con una jugada magistral. Durante varias semanas, se le cuestionó al diputado local su futuro político y su posible incursión en la Cuarta Transformación. Como un viejo lobo de mar, esperó el momento adecuado para dar el golpe.
Fue precisamente el día de la visita del presidente nacional del PRI, Alejandro Moreno, cuando Estefan le dio un gancho al hígado a Néstor Camarillo.
Mientras se alistaban para entregarle a Lalo Rivera la constancia como candidato a la gubernatura, se anunció la disolución de la bancada tricolor en el Congreso Local.
Sí, ese partido acostumbrado a tener una aplanadora en el Poder Legislativo, solamente tiene un diputado. Y si se preguntan quién es, la respuesta es muy sencilla.
La humillación a Néstor Camarillo no paró ahí. En la comparecencia de la secretaria de Finanzas, Josefina Morales Guerrero ante el Pleno, le quitaron su curul y lo enviaron a la primera fila, donde sientan a las fuerzas políticas con menor representatividad.
Ahora, el ex presidente municipal de Quecholac es vecino de Fernando Morales, el único diputado local de Movimiento Ciudadano. De ese tamaño es la representación del Revolucionario Institucional en el Congreso.
Uno de los damnificados de esta crisis es Eduardo Rivera, quien se quedó con un cascarón de cara a la elección a gobernador. La estructura principal del PRI ya está con Morena y Alejandro Armenta Mier haciendo trabajo de tierra para ganar la elección.
Néstor Camarillo le vendió espejitos al PAN. Pues si pierden la elección de junio, él tiene asegurado seis años su futuro en el Senado de la República.
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