Claudia Sheinbaum va contra la reelección de diputados y senadores

La reforma político electoral aprobada en el 2014 durante el segundo año de Enrique Peña Nieto, quien fue el impulsor de estas reformas, fue catalogada en su momento por el propio expresidente de la República como “un gran instrumento que consolida la vida democrática del país, que facilita el diálogo, el equilibrio entre poderes y la equidad de género”.
Además de la transformación del IFE al INE y los avances en materia electoral a favor de la participación de las mujeres en las elecciones, la reforma electoral de peñanietista eliminaba el famoso candado de la “no reelección”.
“Sufragio efectivo, no reelección”, era una de las frases más icónicas de la democracia mexicana, la cual fue acuñada por Gustavo Madero en su campaña a la presidencia de la República en 1910.
De acuerdo con Madero, uno de los referentes del presidente Andrés Manuel López Obrador, el modelo ideal de nación debía obedecer la voluntad de la ciudadanía, pues nadie más que ella sabía qué era lo mejor para sí misma, y creyó que los procesos electorales justos llevarían al progreso de México.
Con este lema, que incluyó la frase “no reelección” como afrenta al porfirismo, retomó los objetivos que el propio Díaz había enarbolado contra el gobierno a mediados de la década de los años setenta del siglo XIX.

La consigna se mantuvo vigente durante 104 años hasta que el pleno de la LXII Legislatura del Congreso de la Unión aprobó la reelección legislativa hasta por cuatro periodos consecutivos en caso de los diputados federales y uno más para los senadores.
A pesar de ser una de las reformas estructurales de Peña Nieto, el presidente López Obrador no ha intentado derogarla como ya lo hizo con la reforma eléctrica y educativa, otras de las iniciativas de ley del último gobierno “neoliberal” (AMLO dixit).
Pero –siempre hay un pero–, Claudia Sheinbaum, quien se perfila para suceder en Palacio Nacional a López Obrador, tiene otros planes para la reelección de los legisladores en el país.
Y es que, para la futura presidenta de México la reelección de diputados, que apenas en el 2021 fue efectiva, no ha traído ningún beneficio y fue un traje a la medida del “periodo neoliberal” para frenar a Morena.
“La esencia de la Revolución mexicana y su principal demanda era ‘sufragio efectivo, no reelección’. Yo creo que hay que echar para atrás todas las reelecciones.

¿En qué nos ha ayudado en que se reelijan los alcaldes o los senadores?
Porque ahora que he estado de cerca en todo este tema, creo que la formación de estas personas que se dedican al servicio público, porque el diputado también es una persona que se dedica al servicio público en el área legislativa, tiene que haber recambio, no tiene ningún sentido que se queden tres años más.
De ahí vinimos, de la no reelección. Yo creo que es un tema que se debe de discutir, porque fue un tema del periodo neoliberal”, comentó Sheinbaum Pardo en una entrevista concedida al programa Los Periodistas, de Álvaro Delgado y Alejandro Paez.
La declaración de Sheinbaum vaya que sacudió el tablero político del país.
No solo porque va a echar abajo la reelección de diputados y senadores, también porque lo dice justo antes del inicio de campañas, en las que muchos de los hoy candidatos de Morena van por su tercer periodo en San Lázaro y por otros seis años en el Senado.
Para dimensionar la magnitud de los dichos de la primera mujer que portará la banda presidencial hay que mencionar que 88 de los 128 senadores y 467 de los 500 quinientos diputados federales expresaron su intención de buscar la reelección en los comicios de 2024 ante el INE.
El 59.3% de los diputados que aspiran a seguir en sus curules son de mayoría relativa, mientras que el 40.7% son de representación proporcional; cabe señalar que 117 buscarán reelegirse por segunda ocasión, y 350 lo hará por primera vez.
Por parte de Morena, 220 legisladores (176 diputados y 44 senadores) notificaron su intención de reelegirse; del PAN, 132 en total (119 diputados y 13 senadores); del PRI, 79 (70 diputados y 9 senadores); del PRD, 19 (16 diputados y 3 senadores); de Movimiento Ciudadano, 22 (16 diputados y 6 senadores); del PT, 38 (33 diputados y 5 senadores), y por el PVEM, 42 (37 diputados y 5 senadores).
De ese tamaño es lo que ahora plantea Claudia Sheinbaum de regresar al principio maderista de “sufragio efectivo, no reelección”.
¿Qué harán ahora personajes como Nacho Mier, Nancy de la Sierra, Miguel Carillo, Genoveva Huerta, Alejandro Carvajal, Carolina Beauregard, Humberto Aguilar, entre otros que hoy buscan repetir en la Cámara de Diputados y en el Senado de la República?
El ejemplo perfecto del fracaso de la reelección es, precisamente, Ignacio Mier, quien se reeligió dos veces como diputado federal por la vía plurinominal y fue un simple ‘levatandedos’ y un ‘calientacurules’ al servicio de Palacio Nacional, quien sirvió de poco y nada para Puebla.
La respuesta es simple y ya lo dijo la futura presidenta de México: buscarse ganar la vida por otro lado.
O dicho de otra forma: trabajar como la gente decente y llevar el pan a sus casas sin que sea de nuestros impuestos.
Qué te parece esta propuesta de @Claudiashein
— Marcos (@marcos4TVA) February 28, 2024
¡No a la reelección de diputados y senadores! 👏
Así quitaríamos a tanto chapulina, ladrón y
corrupto del #PRIANRD 🐀#AlZocaloConClaudia pic.twitter.com/gINFUkEBnd
Massive Caller y los otros datos
Parafraseando al presidente López Obrador, la encuestadora Massive Caller dice “tener otros datos” diferentes a los expuestos a inicios de esta semana por Consulta Mitofsky en cuanto a la elección por el gobierno de Puebla.
La firma del regiomontano Carlos Campos sostiene en su última muestra levantada en la entidad que la diferencia entre Alejandro Armenta sobre Eduardo Rivera en la lucha por Casa Aguayo no es mayor a los seis puntos.
Es decir, Massive Caller reafirma, a diferencia de Mitofsky que da una ventaja de 25 puntos al abanderado de Morena sobre su rival del PAN, que los comicios en Puebla están cerrados y serán de pronóstico reservado.
¿A quién le creemos?
Ustedes, sabios lectores, tienen la última palabra.

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