¿Te pican mucho los mosquitos? Esta es la razón
Investigaciones recientes, como las realizadas por la Universidad Rockefeller, sobre el comportamiento comportamiento de los mosquitos, revelaron que en realidad no se sienten atraídos por la «dulzura» de la sangre humana, sino por el dióxido de carbono (CO₂) que exhalamos al respirar.
Este gas, junto con otros compuestos químicos presentes en nuestro olor corporal, actúa como una señal que guía a los mosquitos, especialmente a las hembras de la especie Aedes aegypti, hacia sus víctimas con sorprendente precisión.
El sistema olfativo de estos insectos es increíblemente sofisticado. Incluso cuando los científicos intentan desactivar ciertos receptores olfativos, los mosquitos logran seguir detectando a los humanos gracias a un mecanismo de respaldo en su sistema sensorial.
Cada neurona olfativa puede percibir diferentes señales químicas, lo que garantiza que estos insectos mantengan su capacidad de rastreo, incluso si una vía sensorial es bloqueada.
Esta resiliencia plantea un desafío considerable en la creación de nuevos métodos para prevenir picaduras y controlar la propagación de enfermedades como el dengue, zika y malaria. Sin embargo, también ofrece nuevas perspectivas para la investigación, ya que entender cómo los mosquitos perciben su entorno podría conducir a estrategias más efectivas para manipular su comportamiento y mejorar la salud pública.
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