Elena Gallegos, la mujer que cumplió su sueño a los 60 años y se graduó en la BUAP
La historia de Asunción Elena Gallegos Luna es un testimonio de perseverancia y determinación. A casi seis décadas de vida, logró cumplir un sueño que parecía lejano: concluir una licenciatura en Sociología en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), después de haber dedicado más de 30 años a la crianza de sus hijos y al hogar.
Nacida en Santa María Huazolotitlán, Oaxaca, Elena creció en una comunidad de habla mixteca. Desde pequeña tuvo el deseo de seguir estudiando, pero la vida la llevó por otro camino.
Al terminar la secundaria en Puebla, decidió formar una familia con la promesa de que podría continuar su educación, sin embargo, esto no sucedió. Sus prioridades cambiaron y su tiempo se enfocó en la crianza de sus tres hijos, quienes años después egresaron de la BUAP con títulos en Derecho, Psicología y Medicina.
Cuando sus hijos se independizaron y su matrimonio terminó, Elena decidió que era momento de retomar sus estudios. Ingresó a la preparatoria en un sistema abierto y, al concluirla, pensó en estudiar Derecho para ayudar a sus hijos en su profesión.
Sin embargo, fue gracias a su familia que descubrió su verdadera vocación: la Sociología. Con su ingreso a la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales en 2020, encontró en esta disciplina una nueva forma de entender la sociedad y su funcionamiento.
Superando desafíos
El camino no fue sencillo. Su primer año universitario se desarrolló en modalidad en línea debido a la pandemia, lo que implicó un gran reto tecnológico para ella, ya que no estaba familiarizada con el uso de computadoras o plataformas digitales.
Con apoyo de sus hijos, logró adaptarse y, cuando las clases presenciales regresaron, enfrentó el temor de ser una de las alumnas de mayor edad en el aula.
No obstante, su empeño la llevó a concluir exitosamente su plan de estudios. Actualmente, realiza prácticas profesionales en investigación junto a la doctora Mirza Aguilar Pérez, abordando temas de migración, género y trabajo, reafirmando su compromiso con el conocimiento y el impacto social.
Un legado de inspiración
Elena también ha contribuido a la comunidad universitaria con la enseñanza del mixteco en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales y con la traducción de materiales de prevención del suicidio en la Facultad de Psicología.
Su historia demuestra que nunca es tarde para aprender y que la educación es un derecho que puede ejercerse a cualquier edad.
Gracias al respaldo de sus hijos y su inquebrantable voluntad, Elena ha logrado lo que siempre soñó: tener un título universitario.
«Hoy, aquí está su mamá terminando una licenciatura a los casi 60 años», afirma con orgullo, inspirando a muchas otras mujeres a no renunciar a sus aspiraciones.
La educación superior en adultos
El caso de Elena forma parte de una tendencia creciente en la BUAP, donde cada año ingresan adultos mayores de 50 años a carreras universitarias. Además, la Universidad para Adultos (UPA) ofrece programas de educación continua y licenciaturas diseñadas para este sector, promoviendo así la inclusión y el aprendizaje a lo largo de la vida.
A nivel nacional, el 20% de la matrícula universitaria corresponde a estudiantes adultos, y la participación de mujeres sigue en aumento. Sin embargo, aún queda camino por recorrer para garantizar que todas las personas, sin importar su edad o género, tengan acceso a la educación y puedan desarrollarse plenamente en el ámbito profesional y académico.
