En una emotiva audiencia judicial celebrada el pasado 7 de mayo, Crystal Stephens, de 48 años, fue sentenciada a cadena perpetua sin derecho a libertad condicional.
Entre lágrimas, escuchó el veredicto que cierra uno de los episodios más escalofriantes de violencia infantil registrados en el estado de Nevada: la muerte de Brandon Steckler Jr., un niño de apenas cuatro años con autismo, ocurrido en 2018.
Stephens se declaró culpable de asesinato en primer grado, secuestro agravado y abuso infantil, aceptando un acuerdo que le evitó la pena de muerte.
Sin embargo, el contenido del caso revela una tragedia que va más allá de lo legal: la historia de un pequeño cuya vida fue brutalmente arrebatada bajo condiciones extremas de maltrato.
El cuerpo de Brandon fue hallado en un estado devastador. Según documentos judiciales citados por el medio local KLAS, presentaba múltiples fracturas, desnutrición avanzada, rastros de sustancias ilícitas y evidencias de ataques de roedores.
Su fallecimiento fue clasificado como homicidio tras descubrirse lesiones internas como costillas rotas, daño hepático, un pulmón colapsado y una clavícula fracturada.

El fiscal del caso, Christopher Hamner, no dudó en calificar el crimen como “el peor homicidio infantil” que ha enfrentado en su carrera.
Durante la audiencia, miembros de la familia de Brandon compartieron su dolor. Su padre lo recordaba como ‘Tuku’, un apodo cariñoso, mientras que su abuela expresó que la ausencia del pequeño ha dejado un «vacío en cada latido».
Stephens, quien en el momento de los hechos tenía la custodia de Brandon y su hermana, se limitó a ofrecer una disculpa pública sin proporcionar detalles sobre sus acciones. Su silencio dejó sin respuesta muchas de las preguntas que aún persiguen a los familiares del niño.
⚠️ WARNING: This post contains extremely disturbing details of child murder, torture, & abuse.
— True Crime Updates (@TrueCrimeUpdat) May 9, 2025
Crystal Stephens, 48, was sentenced Wednesday (May 7, 2025) in Las Vegas to life in prison without the possibility of parole for the horrific 2018 murder of her ex-boyfriend's… pic.twitter.com/Ex1Tr5FjLP
El caso también ha generado críticas hacia el sistema de protección infantil. Se reveló que los Servicios de Protección Infantil recibieron cinco reportes de posible abuso antes de la muerte de Brandon, pero solo uno fue investigado y descartado como infundado.
La sentencia marca el cierre judicial de una tragedia que ha sacudido a la comunidad, pero también ha dejado al descubierto profundas fallas institucionales que, de haber sido atendidas, podrían haber cambiado el destino de un niño que solo quería vivir y ser amado.