Puebla

VIDEO: Pese a críticas, poblanos siguen acudiendo con Mircea Gabriel en el Paseo Bravo

Un video recientemente difundido en redes sociales muestra la persistente afluencia de personas que, ignorando las advertencias, acuden en busca de alivio para sus malestares físicos o emocionales

Pese a críticas, poblanos siguen acudiendo con Mircea Gabriel en el Paseo Bravo

A pesar de los cuestionamientos y denuncias públicas en su contra, los poblanos continúan haciendo fila para ver al “curandero rumano”, Mircea Gabriel en el Paseo Bravo con la esperanza de recibir sus servicios de sanación alternativa.

Un video recientemente difundido en redes sociales muestra la persistente afluencia de personas que, ignorando las advertencias, acuden en busca de alivio para sus malestares físicos o emocionales.

La escena ha reabierto el debate sobre la efectividad de sus métodos y la vulnerabilidad de quienes recurren a este tipo de prácticas.

Mr. Doctor lo acusa de charlatán

Uno de los principales críticos del curandero es Octavio Arroyo, mejor conocido como Mr. Doctor, creador de contenido especializado en temas de salud y medicina, quien en un video de más de una hora publicado en su canal de YouTube, desmintió las supuestas habilidades curativas de Gabriel.

Según el médico, las técnicas utilizadas por el rumano están basadas en el Reiki, una práctica que, aunque ampliamente difundida, no cuenta con evidencia científica concluyente sobre su efectividad terapéutica.

“Lo que experimentan los pacientes es un efecto placebo”, señaló Mr. Doctor, y comparó al curandero con figuras polémicas como Bárbara de Regil, Mafer Walker —quien asegura comunicarse con extraterrestres— y Marilyn Cote, la falsa psiquiatra tlaxcalteca actualmente encarcelada por ejercer sin cédula profesional.

Pese a críticas, poblanos siguen acudiendo con Mircea Gabriel en el Paseo Bravo
Mircea Gabriel, sigue ofreciendo sus servicios en el Paseo Bravo | Foto: Agencia Enfoque

El video también plantea que la popularidad de Mircea Gabriel puede explicarse por factores psicológicos y sociales: personas con baja autoestima, carentes de pensamiento crítico o desesperadas por encontrar alivio después de años de sufrimiento, son más propensas a depositar su fe en “sanadores” no certificados.

El creador de contenido fue enfático en señalar que este tipo de prácticas pueden representar un riesgo para la salud pública, ya que constituyen un “fraude sanitario”: una forma de manipulación que, aunque no siempre implica un beneficio económico directo, sí persigue el reconocimiento o poder sobre otros.



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