El Pelón del zócalo aparece en video musical grabado en el Callejón de los Sapos para la canción “Gato x Liebre”, del artista poblano Fer Soberón.
¡Ora! Pelón del zócalo aparece en video musical grabado en el Centro de Puebla
El Pelón del zócalo aparece en video musical, quien de por sí ya conocido por quienes frecuentan el corazón de Puebla como el alma fiestera del Centro Histórico, acaba de sumar esta nueva hazaña a su trayectoria urbana.
Se trata del videoclip “Gato x Liebre”, una rola del artista poblano Fer Soberón, que fue grabado en locaciones icónicas del centro, como el Callejón de los Sapos.
En medio de colores, una base de bolero pop y atmósfera callejera, el Pelón del zócalo aparece en video musical bailando como si no hubiera un mañana, aportando su ya conocida energía y carisma que le han valido aplausos, risas y hasta videos virales.
Pero eso no es todo, en otra escena, el personaje aparece caracterizado como genio de la lámpara, al más puro estilo Aladdín, con el tercer ojo incluido y una actitud digna de pedir tres deseos (el primero, seguramente, sería que suene menos la canción).
El Pelón del zócalo aparece en video musical
Aunque no tiene líneas ni canta, su participación se roba varios segundos de cámara y la atención del espectador.
Es un cameo inesperado, pero completamente natural, pues el Pelón es parte del paisaje poblano, y verlo en una producción musical solo confirma que ya es todo un ícono local.
El Pelón del zócalo aparece en video musical que fue lanzado recientemente en redes sociales, donde varios usuarios no tardaron en comentar la aparición estelar del bailarín callejero más famoso de Puebla.
Algunos lo celebraron, otros se sorprendieron, y no faltó quien pidiera que Fer Soberón lo invite al próximo concierto.
La participación del Pelón del zócalo en “Gato x Liebre” suma un nuevo capítulo a su ya conocida presencia en calles, TikTok y ahora en la escena musical. Como diría él mismo en pleno zócalo: “¡Órale, pásale, pásale, que esto está con todo!”
Quién diría que, entre aplausos, brincos y un par de pasos prohibidos, terminaría siendo parte del soundtrack poblano.
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