En la zona metropolitana, prácticamente todos los ediles se enfrentan a un grave problema de baches. ¿En los últimos meses han culpado a sus antecesores
El primer año de los alcaldes poblanos

La euforia y el triunfalismo de los informes de los alcaldes poblanos terminó. En un abrir y cerrar de ojos se fue el primer año de gobierno, el que marca el sello de las administraciones.
En la zona metropolitana, prácticamente todos los ediles se enfrentan a un grave problema de baches. ¿En los últimos meses han culpado a sus antecesores, pero al pasar la barrera de 12 meses es momento de que asuman la responsabilidad si esto no mejora.
Otro punto que impacta para bien o para mal es la seguridad. Aunque Puebla no tiene los niveles de estados del norte, la gente se enfrenta a asaltos en el transporte, en la calle, en sus viviendas o en los negocios.
En el segundo año, los ediles tendrán que ejecutar proyectos de infraestructura que marquen a sus gobiernos.
En 2026 se definirá que presidentes tiene chance de una reelección, la última vez que podrá utilizar esta figura, pues en 2030 ya no será valida.
Ya no bastarán los discursos o las promesas de que “vienen cosas buenas”. La ciudadanía exige hechos: calles pavimentadas, luminarias que funcionen, seguridad visible y servicios públicos eficientes.
Los alcaldes poblanos que aspiren a reelegirse deberán entender que la evaluación no se mide con encuestas contratadas ni con eventos multitudinarios, sino con la percepción cotidiana del vecino que camina entre baches, que tarda una hora extra por el tráfico o que no ve presencia policial en su colonia.
De su capacidad de gestión dependerá no solo su futuro político, sino el de sus propios partidos.
El primer año fue de aprendizaje.
El segundo debe ser de resultados.
Y el tercero —para quienes lleguen con la oportunidad de repetir— será el examen final ante una ciudadanía cada vez más crítica y menos paciente.
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