El referéndum constitucional celebrado esta semana en Rusia le dio el visto bueno a la posibilidad de que Vladimir Putin sea presidente del país hasta 2036.
Con aproximadamente el 98% de los votos contados, alrededor del 78% del electorado apoyaba la reforma constitucional impulsada por el presidente ruso.Con el cambio constitucional, el mandatario puede cantar victoria en su intención de quedar habilitado para quedarse en la presidencia hasta 2036.Y es que las modificaciones restablecen los límites de mandato de Putin a cero desde 2024, lo que le abre las puertas a buscar cumplir dos mandatos más de seis años.Las autoridades electorales situaron la participación en un 65%.Análisis
Sarah Rainsford, corresponsal en MoscúEn Rusia, todo (y nada) acaba de cambiar.Putin acaba de hacer lo que solía prometer que nunca haría y reescribió la Constitución para poder permanecer en el poder.Pero el presidente, que ahora podría presentarse como candidato dos veces más, apunta a la abrumadora victoria como prueba de que tiene el apoyo del pueblo ruso.Sus críticos ha tachado el proceso de un proyecto de «Putin para siempre» y hablan de una votación fraudulenta.La clave está en que los mandatos que ha ejercido hasta ahora quedan enterrados en una montaña de enmiendas constitucionales en las que hay desde alardes de patriotismo a promesas de políticas sociales, incluso derechos para los animales.La campaña contra los cambios fueron prohibidas. Y para los votantes más jóvenes que nos dijeron que estaban hartos de ver la misma cara en el Kremlin, el resultado nunca estuvo en duda.