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Este martes, el tribunal japonés condenó a pena de muerte a un hombre que asesinó y descuartizó a nueve personas en 2017, en su casa al sur de Tokio.
Takahiro Shiraishi, de 30 años de edad, fue declarado culpable por robar, asesinar, desmembrar y almacenar los cuerpos de sus víctimas en su entonces domicilio, después de que estos manifestaran pensamientos suicidas en redes sociales.
El juez dictaminó que ninguna de las víctimas dio su consentimiento y que Shiraishi es mentalmente capaz para asumir su responsabilidad, de acuerdo a los resultados de cinco meses de pruebas psiquiátricas previas al juicio.
Las víctimas, ocho mujeres y un varón de entre 15 y 26 años de edad, fueron asesinadas entre agosto y octubre de 2017.
