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Al menos 16 fallecidos y 50 lesionados fue el saldo que dejó una serie de explosiones en un aeropuerto de la ciudad de Aden al sur de Yemen cuando un avión que transportaba al gabinete del nuevo gobierno aterrizó ahí.
De acuerdo con testigos, primero se registraron dos explosiones en la terminal principal y después alcanzaron la entrada. Reportan que todos los funcionarios y ministros salieron ilesos.
El nuevo gabinete es parte de una alianza con solo uno de los lados que lucha la guerra civil en Yemen y está compuesto por hombres cercanos al presidente e incluye a algunos miembros de grupos separatistas del sur.
Aunque ningún grupo ha tomado responsabilidad de manera oficial, los miembros del actual gobierno han culpado a sus rivales políticos y militares.
Por su parte Martin Griffiths, enviado especial de la ONU para el Yemen, condenó el ataque y la muerte de civiles inocentes y destacó que este «acto inaceptable de violencia es un trágico recordatorio de la importancia de que Yemen vuelva rápidamente al camino de la paz»
