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Trece amigos que se encontraban sin trabajo invirtieron todos sus ahorros en una planta de oxígeno, “un pulmón” para salvar vidas en el pico más alto de contagios de COVID-19 en Perú.
Este grupo formado por administradores, economistas, técnicos, ingenieros y abogados, estaban indignados por los exorbitantes precios del oxígeno, por lo que decidieron habilitar una planta de este material a precio justo en una de las zonas más humildes de Lima.
“Esa mezcla de profesiones hizo posible que salga adelante el proyecto. Venimos de distintos sectores, pero somos amigos de la universidad y del trabajo“, comentó Augusto Armas, uno de los integrantes.
En el momento más complicado de la pandemia en Perú, el precio del oxígeno subió como la espuma, pues los tanques cilíndricos de 10 metros cúbicos llegaron a valer unos seis mil soles, equivalente a mil 660 dólares y el oxígeno para recargarlos llegó a costar 50 soles, es decir, 13.83 dólares.
