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El pasado 4 de enero jorge Alejandro López Rivas, un médico interno de pregrado del hospital “Dr. José María Rodríguez” en el Estado de México, falleció por COVID-19, tras supuestas negligencias.
Sharon López Rivas, hermana del estudiante de FES Iztacala de la UNAM, relató a El Universal que mientras Alejandro intentaba reanimar a un paciente que entró en paro cardiaco, este vomitó sangre, misma que le cayó al médico en los ojos contagiandolo.
Después de semanas de agonía, Alejandro murió a consecuencia del virus.
“Pedimos justicia por la pérdida de la vida de mi hermano, en la que es claro que hubo negligencia y abuso de sus superiores y al final me lo terminaron matando”, dijo Sharon.
Aclaró que ninguna autoridad de la Secretaría de Salud o autoridad del Estado de México, se ha comunicado con su familia para solidarizarse con su pérdida y responder por el trato que le dieron a su hermano, pues es claro, que lo obligaron a trabajar sin el equipo necesario para tratar la enfermedad.
El médico de 29 años de edad, tuvo guardia en el área de urgencias del hospital, a donde llegó un paciente grave que entró en paro y con sus compañeros le dieron reanimación,; el enfermó vomitó sangre y por falta de protección, le cayó en la cara y le entró en los ojos.
Días después Alejandro empezó con dolor de ojos y de cabeza; el 15 de diciembre regresó al hospital, pero ya iba con diversos síntomas más graves, sin embargo, sus jefes le dijeron «vete a cumplir con tu labor”.
Con información de El Universal
