Por: Gerardo Ruiz / @GerardoRuizInc
Corrían los últimos días del primero de los tres periodos que el siniestro Rafael Moreno Valle gobernó Puebla, el rector Alfonso Esparza aprovechó su tercer informe de labores al frente de la BUAP para lanzar uno más de sus políticos discursos para atacar al entonces mandatario.
“Ser mujer en nuestro país puede ser peligroso, se te maltrata, se te crítica y se te mata ¡Ni una más!”, fueron las palabras que Esparza Ortiz lanzó con dirección a la butaca del auditorio del CCU en la que Moreno Valle, hundido en su asiento, tuvo que tragarse sin hacer gestos, pero que calaron muy hondo en su inalcanzable ego.
Los feminicidios era uno de los temas que más molestaban al megalómano priista.
Como era de esperarse, los voceros y las plumas adictas del rector Esparza terminaron con las manos hinchadas de tanto aplaudirlo y no se cansaron de elogiar el discurso del director general de la máxima casa de estudios del estado que tildaron de “valiente” y “humanitario”, pues hasta octubre de 2016, en los primeros tres años de su gestión, habían muerto seis alumnas de la BUAP.
Aracely Vázquez Barranco, Olga Nayeli Sosa Romero, Irais Sosa, Isarve Cano, María José Feliciano Romero y Tania Verónica Luna, esta última fue asesinada unos días antes del tercer informe de Esparza.
Ver: #EvalúaATuAgresor: Alumnas de la BUAP inician campaña para denunciar acoso de docentes
El mensaje del rector de la cada vez menos Benemérita de Puebla fue tan vitoreado por los ‘grupies’ del rector que no tardaron en postular al Tío Poncho para suceder a Antonio Gali en el gobierno del estado, aunque el ex mandatario aún ni empezaba su miniadministración de 20 meses.
La hipocresía es uno de los ejes rectores con lo que Esparza ha conducido su rectoradf de 8 años.
La hipocresía y la corrupción son los sellos personales del esparsismo.
La analogía “candil de la calle, oscuridad de su casa”, dibuja de pies a cabeza a Alfonso Esparza.
Y es que, el rector de la BUAP, quien es investigado por diversos delitos por la Fiscalía del Estado, se rasga las vestiduras de todos los casos de la agenda pública, pero solapa y protege todo tipo de atrocidades al interior de la universidad pública que encabeza.
Esparza politiza todo y no pierde la oportunidad de sacar raja a cualquier acontecimiento que causa revuelo en la sociedad poblana.
La doble moral del Tío Poncho quedó expuesta en la última sesión del Consejo Universitario BUAP cuando la abogada general de la universidad rindió un lastimoso informe del estado que guardan las decenas de denuncias de acoso sexual y violencia de género que las alumnas de la Universidad Autónoma de Puebla sufren a diario.
Al decir de Rosa Isela Ávalos Méndez, de 2015 al 2020, se abrieron 147 carpetas de investigación por denuncias de acoso sexual, hostigamiento y discriminación por parte del personal administrativo, sin embargo, 50 de ellas fueron invalidadas por parte de la universidad.
Es decir, 50 víctimas no encontrarán justicia a los deleznables actos que profesores y compañeros de aulas hicieron en su contra.
Ver: BUAP declaró improcedentes 30% de denuncias por acoso y hostigamiento en cinco años
Alfonso Esparza, su abogada general y su Consejo Universitario hicieron invisibles a 50 mujeres de su comunidad.
Cincuenta mujeres a los que no se les creyó.
Cincuenta mujeres que tendrán que esperar a que alguien más les crea y no sean ignoradas por las autoridades de la BUAP.
Cuánta miseria por parte del rector de la máxima casa de estudios de Puebla.
Cómo olvidar cuando Esparza Ortiz se inmoló frente a todo su alumnado en la marcha, que terminó un mitin político, tras la ejecución de Francisco Javier Tirado, estudiante de la Facultad de Medicina; y de dos alumnos de la Upaep, en Huejotzingo.
¿En dónde quedaron las palabras vacías del rector que escupió en octubre de 2016 pidiendo “Ni una Más”?
Tampoco se puede pasar por alto que Esparza, junto con Claudia Rivera, fue el principal impulsor de las supuestas activistas que tomaron el Congreso del estado para exigir la despenalización del aborto en Puebla.
¿En dónde quedó el rector feminista?
La doble cara del Tío Poncho es infame.
¿Acaso estas 50 alumnas que valientemente denunciaron a sus agresores no merecen justicia?
Para Alfonso Esparza vale más defender la reputación de sus maestros acosadores y misóginos que creer en sus estudiantes femeninas.
Ver: Acusan en redes a profesores de la BUAP de tocar lascivamente a alumnas
De las 147 denuncias, el rector de la BUAP sólo aprobó la renuncia de 34 acosadores, es decir, la universidad que encabeza Esparza prefiere no creerles a sus alumnas, que sancionar a sus agresores.
De ese tamaño es la mezquindad de Esparza y su infame rectoría.
Ahí tienen al rector que para muchos obnubilados y mediocres es el mejor de la historia de la BUAP.
Sinvergüenzas.