El encuentro del pasado viernes que Sergio Salomón Céspedes encabezó en el Salón El Recuerdo dejó varias aristas que deben ser señaladas por los mensajes claros y entre líneas que se dieron durante la comida que tuvo como principal motivo la celebración de los 100 primeros días del actual gobierno.
La primera y más notoria es el respaldo y control político con el que Céspedes Peregrina cuenta tras ser ungido hace más de tres meses como gobernador sustituto de Puebla tras la muerte de Miguel Barbosa.
Contra todos los pronósticos que planteaban escenarios catastróficos y pesimistas, el mandatario poblano ha logrado, con su propio estilo basado en la conciliación y el dialogo abierto y frontal, darle estabilidad al estado y erigirse como el único jefe político en la entidad.
En un inicio, la empresa para nada lucía fácil, ya que, con el lamentable fallecimiento de Barbosa Huerta, el estado entró otra vez en una zona de indefinición e ingobernabilidad, que han sido las características de este atípico sexenio por el que han desfilado siete gobernadores, entre constitucionales, encargados de despacho, interinos, y sustitutos, que Sergio Salomón supo reconvertir en tiempo récord.
Y es que, la mano dura con la que Barbosa gobernó durante más de tres años era lo que Puebla necesitaba para solucionar los problemas tan graves como la corrupción y degradación de la administración pública que heredó del marinismo y del morenovallismo.
No había otra forma de transitar por esos caminos rocosos.
Utilizando el poder a su favor y conciliando a todos los sectores que confluyen en Puebla como máxima de su política pública, el gobernador Sergio Salomón logró darle certidumbre y estabilidad después de la turbulencia del 13 de diciembre del año pasado.
No solo eso, el exalcalde de Tepeaca trazó su propia ruta con una premisa bien definida: “si al gobernador Barbosa le tocó hacer futuro; ahora a él le correspondía ser y estar presente”.
Sí, “un Gobierno Presente”.
Presente en tiempo y presente en espacio.
El mandatario poblano, en apenas 100 días, consolidó las buenas relaciones heredadas a nivel nacional por Miguel Barbosa con personajes de la cúpula lopezobradorista como el propio presidente López Obrador y con Claudia Sheinbaum, la virtual abanderada de Morena en la elección presidencial del próximo año y jefa del gobierno de la Ciudad de México.
También, Céspedes le tendió la mano a aquellos personajes que conspiraron en contra del barbosismo desde la capital del país como Mario Delgado, César Yáñez o Adán Augusto López, personajes con los que ahora tiene derecho de picaporte en sus oficinas en la CDMX.
La lista de asistentes a la comida del pasado fin de semana en el rumbo de Rancho Colorado da muestra de los nuevos tiempos en Puebla, que están marcados por un perfil que el estado necesitaba en las circunstancias atípicas ya mencionadas.
En el salón propiedad del empresario Elías Hanan convivieron los secretarios del gabinete del gobierno cespedista, exlegisladores, lideres de la iniciativa privada y de la sociedad civil, dueños de medios de comunicación, líderes de opinión y periodistas, políticos con diferentes filias, fobias y proyectos para el 2024, y hasta personajes que hoy gozan de cabal salud política como el superdelegado Rodrigo Abdala.
Los oradores del encuentro, Javier Aquino y Julio Huerta también deja dos lecturas bastantes claras: el hombre fuerte y de todas las confianzas de Sergio Salomón es el jefe de la oficina del gobernador, mientras que el proyecto a corto plazo es el titular de la Secretaría de Gobernación.
(Si el género lo cambia todo, ahí están Olivia Salomón y Ana Laura Altamirano).
Sergio Salomón logró navegar en mar abierto y cruzar la tormenta.
Hoy, su gobierno tiene presencia y es presente.
100 días de un gobierno presente.
Y Lalo Rivera…500 días
Quien también aprovechó el pasado fin de semana para seguir afianzándose como el rival a vencer en las elecciones sucesorias del 2024 es Eduardo Rivera, el aspirante de unidad del PAN para los comicios en puerta.
Un día después de la comida de “Los 100 Días” del gobernador Sergio Salomón, el alcalde capitalino dio muestra otra vez de su músculo político y que su única intensión para el proceso electoral del próximo año es la candidatura al gobierno del estado.
Bajo el liderazgo del talentoso Jesús Zaldivar, líder municipal del PAN en Puebla capital, quien logró convocar a cerca de dos mil personas en el Centro Mexicano Libanés, a unos metros de El Recuerdo –por si faltara otra coincidencia–, para el foro “500 días de Buenos Gobiernos”, Rivera Pérez los avances del alcalde capitalino, aunque fue un momento para que los militantes del PAN que se encontraban le gritaran “¡Lalo Gobernador!, ¡Lalo Gobernador!”.
Y es que, mientras en Morena la moneda sigue en el aire, en Acción Nacional la única ruta para recuperar el gobierno de Puebla se llama Eduardo Rivera Pérez.
Como lo he mencionado en este mismo espacio, el edil de la Angelópolis corre a su propio ritmo y en su propia pista.
Lo único claro es que en Morena y en el PAN ya velan sus armas.