Existe un refrán que pinta a la perfección lo que sucedió con el fracaso de gobierno municipal que Claudia Rivera encabezó:
“Si te quieres joder, a un naco dale poder”.
Esto fue lo que pasó con los dos hombres fuertes de la repudiada alcaldesa, quienes están llevando a la miseria a Puebla capital hasta el final de esta caótica gestión: Andrés García Viveros y Leobardo Rodríguez.
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Tal vez la historia que mejor encaja con ese sabio dicho es la del depravado García Viveros, quien pasó de vestir playeras Ekco y gorros Fubu comprados en La Fayuca a vestir de Dockers y Levi´s. El exchalán de David Rosas Armijo no solo se dedicó a acosar a cuanta mujer se le cruzaba por el camino, también convirtió al Ayuntamiento de Puebla en su harem y en una caja chica para saciar sus miserias y complejos.
El dinero y el poder enloquecieron al misógino pervertido al que Rivera Vivanco le encomendó muchas de las principales responsabilidades de la Angelópolis, así como el dark money que ya está siendo rastreado por la Unidad de Inteligencia Financiera y que está generando intereses en las cuentas bancarias de la peor alcaldesa en la historia de la capital.
García Viveros, en tres años, dejó la precariedad para convertirse en un “new rich” a quien ni todo el dinero le pudo quitar lo fracasado, acosador y marginal.
Lo mismo sucedió con Leobardo Rodríguez, a quien el cargo de secretario de Administración en el Ayuntamiento de Puebla le hizo perder el piso tras años de navegar en la mediocridad de la burocracia de tercer nivel de la que no pasó en el marinismo y en el morenogalismo.
Aunque más hipócrita que Andrés García, Rodríguez Juárez también tuvo sus propios escándalos sexuales que no trascendieron a los medios de comunicación como sí sucedió con el nefasto excoordinador de la Oficina de Presidencia, pero que los casos de corrupción, influyentismo, moches y tráfico de influencias lo tienen en la picota.
De ser un servidor público de medio pelo, Leobardo se mareó en su ladrillo en la Secad y ahora en la Tesorería.
Hoy, Andrés García Viveros y Leobardo Rodríguez protagonizan un enfrentamiento bastante agresivo por agandallarse en su totalidad las 70 bases que heredarán a Eduardo Rivera para infiltrar a su gobierno.
Fiel a su estilo traidor y mezquino, el hoy tesorero de la Comuna capitalina pactó una alianza con el impresentable Gonzalo Juárez, el líder charro de los burócratas de Ayuntamiento de Puebla, sin que su jefa Claudia Rivera lo sepa.
De hecho, durante su mañanera de este martes Rivera Vivanco, entre cantinfleos y tartamudeos, dejo entre ver el rompimiento con Juárez Méndez, quien no aceptó la propuesta enviada por la edil para basificar a sus mecenas.
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La talentosa reportera Leslie Mora en un reportaje publicado en el Incorrecto MX el pasado 25 de agosto reveló que el pervertido Andrés, a través de su amiga presidenta, intentó colar al Sindicato del Ayuntamiento a su pareja Pamela Galindo, quien hoy opera todos los temas que él ya no puede; a Nadia Mayorga Abarca, ex secretaria particular de Marta Erika Alonso y asesora de la edil; y a Polet Espinosa, hija de Cesar Espinosa Sosa, ex funcionario del Ayuntamiento de Puebla en el trienio del alcalde Tony Gali y analista consultiva A de la Coordinación Ejecutiva de Presidencia.
El depravado también impulsa a María del Carmen Jiménez, la madre de su novia Pamela; a su incondicional Diana Guadalupe Tapia Ramírez, o sus íntimos amigos Amado Espinosa, esposa de la galista Olinca Tatiana Flores Cornejo.
Una fuente que pidió la gracia del anonimato y que actualmente labora en la Secad compartió lo siguiente con este reportero:
“El Tesorero Leobardo desde su posición y con la sumisión de Enrique Gómez Haro, ESTÁ NEGOCIADO ya con Gonzalo Juárez poder obtener en partes iguales las Bases, bajo el argumento “de que sólo se aprobarán los perfiles que cumplan los requisitos avalados entre Sindicato y Sria de Administración.
Dicho de otra forma Leobardo le pasara una lista de empleados (novias, cuñados, hermanas, amigos y hasta quienes han dado un poco de dinero) al Secretario Gonzalo y viceversa Gonzalo dará una lista a Leobardo, de tal forma que así pretenden llevarse hasta lo último”.
Pero la historia no culmina ahí.
“El problema surgió porque el equipo de García Viveros también lanzó lo pirinola y le salió TOMA TODO Y LLEVATE TODO. Ellos también tienen novias, secretarias, suegras que quieren dejar en puestos claves”.
Entre los amigos que Leobardo Rodríguez busca entregarle unas bases destacan Nancy Sinai de la Rosa, jefa del Departamento de Planeación Estratégica de la Secad y amiga de la familia; Rosa María Barba Pacheco, jefa del Departamento de Gestión de Programas de Innovación; María Teresita Contreras Sombrerero, subdirectora de Infraestructura Tecnológica; Jorge Oviedo Bravo, jefe del Departamento Consultivo; Cirse Jiménez, jefe del Departamento de Contratos y Convenios; María del Consuelo Moreno Criollo, directora de Recursos Humanos; Elsa María Santiago Morales, secretaria particular; y Édgar Ariel Hernández González, jefe del Departamento de Control Vehicular y novio de su hermana Carolina Rodríguez.
Rodríguez Juárez también sacó su lado casanova, pues quiere sindicalizar a sus dos conquistas Myrna Ariadna Zafra, enlace administrativo de Tesorería; y a Perla Yazmín García Luna, jefa del Departamento de Ingreso de la misma dependencia.
El corrupto tesorero busca darle bases de igual forma a José Ramón Ceballos, tío del incompetente Israel Román, secretario de Infraestructura municipal; y a Hugo Cortés, hermano de la regidora Isabel Cortés.
No hay que perder de vista que Claudia Rivera a inicios de su administración revocó las 84 bases laborales aprobadas por Luisito Banck.
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Hoy la historia se repite.
Sin duda, las bases que impulsa la repudiada Rivera Vivanco son seguidas de cerca por el edil electo Eduardo Rivera y penderán de un hilo.
Un día más es un día menos para despertar de esta pesadilla llamada Claudia Rivera Vivanco.
Lo dicho: si te quieres joder, a un naco dale poder.
