Construir Gobernabilidad
Tanto Alejandro Armenta como Claudia Sheinbaum tendrán el gran reto de gobernar sin oposición por, al menos, los tres primeros años que durarán sus respectivos sexenios.
El poder unísona, como así lo describió el gobernador electo de Puebla durante la presentación del último libro de Javier Sánchez Galicia, bajo el título de “El arte de comunicar el gobierno”.
Sí, el poder absoluto que los mexicanos, en el caso de Sheinbaum Pardo, y los poblanos, en el de Armenta Mier, les otorgaron a la futura presidenta y al futuro mandatario estatal les da la licencia de ignorar a la oposición, como lo hizo Andrés Manuel López Obrador durante los últimos seis años; aprobar cuántas reformas e iniciativas requieran y hasta aplicar y ejercer sus presupuestos como les dé la gana.
Tanto Alejandro como Claudia no solo se convirtieron en la presidenta y el gobernador de Puebla más votados en la historia; tendrán mayorías absolutas en el Congreso de la Unión (con la adhesión a Morena de los únicos dos senadores que tenía el PRD, la 4T está a tan solo un voto para avalar reformar constitucionales en la Cámara alta) y en el Congreso local, además de controlar tres cuartas partes de las entidades federativas y de los municipios del estado.
Armenta y Sheinbaum no necesitan negociar con nadie ni ceder a chantajes de nadie ni cabildear con nadie.
Basta la simple voluntad de los ejecutivos federal y local para que su “palabra sea ley”.
¿Cómo evitar los excesos de este poder unísono conferido por el pueblo?
Justo ese es el enigma que deberán descifrar Alejandro Armenta y Claudia Sheinbaum.
En el marco de la presentación del libro del brillante Sánchez Galicia el lunes pasado, el gobernador electo dejó una frase que podría dilucidar un poco este panorama que se vivirá los próximos seis años en el país y en el estado.
“Es inocente pensar en el gobierno que la oposición o la crítica va a mantenerse ajena. La crítica pública, la opinión pública, históricamente tiene que cumplir su función de criticar, de observar (…) tienen un papel en el sistema político para darle un equilibrio a esos excesos que un Poder unísono puede tener”.
Armenta fue más allá y completó su muy sincera reflexión.
“La elección nos dio un bono democrático muy alto, pero el proceso electoral que te da legalidad y legitimidad no necesariamente te da gobernabiliad, porque la gobernabilidad se construye desde el momento que inicias un proceso. Si bien es un bono democrático fuerte por los resultados electorales lo importante es que un resultado electoral no significa por defecto gobernabilidad. La gobernabilidad implica ir construyendo consensos en todo este proceso”.
El próximo gobernador electo no se equivoca en sus afirmaciones, pues las tentaciones del “poder unísono” y de gobernar sin oposición son bastantes.
Una de ellas es “imponer a través del mayoriteo”.
“La gobernabilidad implica ir construyendo consensos”.
Eso es lo que Puebla necesita: consensos y gobernabilidad.
Y es que, mientras la oposición a nivel nacional y en el estado se reconfigura y reinventa, Morena gobernará sin que nadie les ponga un pero o exista un voz disidente que les diga que no a sus pretensiones y posibles excesos.
La Reforma al Poder Judicial es el ejemplo perfecto.
Los pataleos de la oposición son huecos y necios.
Es ahí justo en dónde cabe la reflexión de Alejandro Armenta.
“La crítica pública, la opinión pública, históricamente tiene que cumplir su función de criticar, de observar (…) tienen un papel en el sistema político para darle un equilibrio a esos excesos que un Poder unísono puede tener”.
Parece fácil, pero el reto es enorme.
Constriuir gobernablilidad.
No hay más.
Off the record
Como lo adelantó el infalible periodista Ricardo Morales, será Laura Artemisa García la próxima coordinadora de los diputados locales de Morena y en automático lideresa del Congreso del estado y presidenta de la Junta de Gobierno y Coordinación Política.
En un conclave privado entre los 16 legisladores electos del Movimiento Regeneración Nacional y la dirigencia estatal se determinó que García Chávez sea su coordinadora parlamentaria para la LXII Legislatura del Congreso local.
La postulación de Laura Artemisa cumple con los requisitos que el armentismo ha planteado como sello personal: eficiencia, lealtad y empoderamiento femenino.
Al igual que el gobernador electo, la futura presidenta del Congreso poblano tendrá el reto de no sucumbir ante “el poder unísono”, pues la alianza Morena-PT-PVEM tendrá mayoría absoluta al contar con 30 curules, suficientes para hacer cambios constitucionales sin la necesidad de negociar con la oposición.
La premisa armentista de “generar consensos” también se extiende al Legislativo presidido por Laura Artemisa, quien a lo largo de su exitosa carrera política se ha caracterizado por, precisamente, generar acuerdos y llevar las negociaciones a buen puerto.
Laura Artemisa García se convertirá en la segunda mujer en presidir el Congreso poblano tras Nora Merino, quien lo hizo en la LX Legislatura tras la salida de Gabriel Biestro en el 2021.