Durante una semana, un grupo de supuestos ambulantes se ha manifestado y han intentado confrontarse con la policía municipal para victimizarse con el único objetivo de tener una justificación que les permita volver a las calles del Centro Histórico de Puebla.
La administración que encabeza Eduardo Rivera no ha cedido. La promesa de limpiar el primer cuadro de la ciudad de informales se ha mantenido.
La presencia de ambulantes aumentó cada trienio, pero con Claudia Rivera el centro se volvió un chiquero, en donde era imposible para los poblanos transitar. También creció la inseguridad, pues algunos informales estaban armados y usaban las vecindades para delinquir.
La semana pasada, los ambulantes salieron a retar a la autoridad. Colocaron sus productos y esperaron la llegada de policías para que los desalojaran por la fuerza.
El jueves 7 de julio, la situación casi se sale de control pues estuvieron a nada de liarse a golpes.
Conforme avanzaron los días, la autoridad municipal identificó a los supuestos líderes, con quienes nunca habían tenido contacto y ahora buscan ser los nuevos amos del ambulantaje en Puebla, un negocio nada despreciable que genera varios millones de pesos al año en cuotas.
¿Quién está detrás del movimiento?
Hasta el momento han identificado a tres personas ligadas a Antorcha Campesina, Armando Ramírez Quecholac, Ignacio Robles, y Alejandra Leyva. Ésta última, ha sido relacionada con grupos dedicados al narcomenudeo.
Otros supuestos líderes que mueven a los ambulantes son Carlos Ramírez Serna (El Charly) y Juan Rosas (El Moles).
Por último, Ángel Manuel López Rafael, quien se presenta como activista pero tiene nexos con Fedérico López, el ex líder de la organización Fuerza 2000, detenido por intento de homicidio y lesiones.
También estuvo detrás de un movimiento en Jolalpan, en donde buscó una confrontación con las autoridades, tal y como ocurre en el Centro de Puebla.
El gobierno emanado del PAN no caerá en provocaciones y se evitará que los ambualentes secuestren de nueva cuenta el centro.