Armenta y las mujeres al poder
El impostergable ascenso de Claudia Sheinbaum al punto más alto de la pirámide del poder en México lleva consigo un nuevo modelo de política en el país que nunca se había visto en la que una mujer, por primera vez en la historia, será la presidenta (sí, con “a”) de la República.
El memorable discurso que Sheinbaum Pardo emitió tras tener en sus manos la constancia que la acredita como la presidenta electa de México una vez que el TEPJF validó la elección del pasado 2 de junio no solo representa la colocación de la primera piedra del segundo piso de la 4T, también es el banderazo de salida del nuevo régimen de poder en la que todo gravitará sobre el feminismo que abandera la futura titular del Ejecutivo federal.
“Llegamos todas”, fueron las dos palabras con las que Sheinbaum rompió el techo de cristal y mostró la ruta con la que navegará en su sexenio, que de inicio será histórico por todo lo que esto representa.
Y es que, el gobierno de Claudia Sheinbaum sentará un nuevo paradigma en México en el que la figura femenina en la política tendrá un valor aún más importante y un peso superlativo.
En el próximo sexenio, que está a mes y medio de iniciar, veremos leyes electorales que fomentarán todavía más la participación de las mujeres con igualdad y –ahora sí– alternancia en los cargos que a la fecha se siguen reservando, a través de vacíos legales e interpretaciones convenencieras, para hombres.
Cierto como lo es, no todas las mujeres, como también sucede bastante a menudo con los hombres, han demostrado que están a la altura de sus cargos y encargos, pero seguir confiando en ellas será una de las prioridades del régimen que inició Andrés Manuel López Obrador.
¿Cuántos años duró el pacto patriarcal, que sumió al país en un eterno impase, sin que se pudiera dar un golpe de timón como el que sucedió y del que fuimos testigos el pasado 2 de junio?
El gobernador electo Alejandro Armenta está en la misma sintonía que Claudia Sheinbaum: las mujeres serán las que sostengan al país los próximos seis años.
Muestra de lo anterior es la integración de su gabinete, el cual la mañana de este lunes quedó casi integrado en su totalidad.
El futuro equipo de trabajo de Armenta Mier destaca por la presencia mayoritaria de las mujeres, pero no solo en cargos de “relleno” o en puestos de segunda línea, pues las posiciones que fueron reservadas para ellas son bastante importantes y que necesitan mucha capacidad política y experiencia como la secretaría de Planeación y Finanzas; Igualdad Sustantiva; el Capcee o Movilidad y Transporte.
Tal vez sea esta secretaría que estará a cargo de la muy experimentada y capaz Silvia Tanús la que mejor representa esta afirmación.
Para nadie es un secreto que el tema del transporte público en el estado no solo es uno de los grandes pendientes del gobierno, también es un dolor de cabeza para sus titulares y hasta para los mandatarios en turno.
Unidades viejas y obsoletas, una modernización que avanza con una lentitud notable y un gremio que cada vez que inicia un nuevo gobierno exige aumento al pasaje a pesar del paupérrimo servicio que ofrecen son algunos de los casos más frecuentes con los que se debe luchar año con año en la SMT.
Colocar a la Maestra Silvia en esta posición demuestra que las mujeres pueden y deben ocupar cargos que se pensaban “solo son para hombres”.
No creo que exista un hombre con los tamaños y los arrojos, y sea tan “cabrona”, como lo es Silvia Tanús, quien, no tengo un ápice de duda, podrá poner en regla e impulsar una mejora significativa al transporte público de Puebla.
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La figura de Tanús Osorio no solo representa a una de las mejores políticas que ha existido en Puebla, también enaltece la presencia femenina en el gabinete de Armenta, el cual –está claro– no es ni de cuotas ni de cuatas.
Empoderamiento femenino, capacidad y mucho “amor por Puebla” está más que implícito en las designaciones hechas hasta ahora por Alejandro Armenta.
Para que quede aún más claro, de los 14 nombramientos hechos la mañana del lunes por el gobernador electo, nueve fueron para mujeres y cinco para hombres.
No solo se trata de paridad e igualdad también se necesita talento y capacidad.
El “llegamos todas” de Sheinbaum no solo fue una frase vacía, es una premisa que todos los que se dicen lopezobradoristas deben de ejercer y enaltecer.
No importa si en algún estado el gobierno está en manos de un hombre, en el resto de las posiciones se debe ponderar a las mujeres.
Puebla y Armenta es el ejemplo perfecto.
Sí, el nuevo régimen político que estamos a punto de presenciar gravitará en torno a la figura femenina.
Y cómo no.