La familia siempre fue el centro de Miguel Barbosa.
El exgobernador de Puebla tenía en su esposa Doña Rosario y en sus dos hijos, Migue y Charito a su centro neurálgico, a sus fuerzas para luchar por Puebla y a su mayor motivación para que su nombre fuera recordado como lo es hoy: un hombre que dejó un legado y que en apenas tres años y cuatro meses le cambió el rostro a la entidad.
La familia lo fue todo para Barbosa.
Como político, Miguel Barbosa fue impecable, incorruptible e indomable, pero como padre de familia, el exmandatario siempre un hombre fiel, cariñoso y entregado en cuerpo y alma a sus cercanos.
No había nada más sagrado que su esposa e hijos.
El poder y las condiciones caprichosas que la vida les tenía preparadas convirtió al matrimonio entre Miguel y Rosario en una pareja bastante vulnerable, sin embargo, esto mismo los convirtió en un binomio impenetrable.
Por los padecimientos de la diabetes, Doña Rosario se convirtió no solo en la esposa de Miguel Barbosa, también se convirtió en su cómplice, en su consejera y en su principal asesora.
Una gran mujer de política, quien ejerció el poder como pocas y siempre con un lado altruista y generoso.
El amor creció al mismo ritmo que la carrera política de Miguel.
Él mismo describió a su esposa como “la mujer que Dios le creó para ser su compañara de vida”.
Y así fue.
Con sus hijos, Miguel Barbosa fue un padre excepcional y amoroso a tal grado que les prohibió radicar en Puebla una vez que él tomó protesta como gobernador en agosto de 2019.
Era su manera de blindarlos de cualquier perversidad de sus enemigos.
Con Migue, los unía la música y la historia de México.
Con Charito, su hija, había una relación de protección extrema y amor inextinguible.
“Estoy rendido ante ella”, le comentó en la comida con periodistas y directores de medios del 2021 al locutor Carlos Martín Huerta tras colgar el teléfono y hablar por unos minutos con ella.
No había noche que Don Miguel no le llamara para saludarla o preguntarle si ya había comido o cenado. No importaba el momento o la importancia de la reunión, Barbosa tenía como prioridad a Charito.
Su hija siguió los pasos de su papá y ahora es una destacada abogada en la Ciudad de México con maestrías en el extranjero.
“En esta familia no se puede ser más que abogados”, me dijo en una plática casual que mantuvimos una madrugada de campaña en el 2019 cuando ella matabas las horas estudiando para su maestría, mientras su papá despachaba en su oficia habilitada en el Hotel Crown Plaza.
La familia siempre fue el pilar con el que Miguel Barbosa tomaba las principales decisiones de su vida.
Así también lo hizo para escoger a sus amigos más cercanos.
El empresario Javier Pacheco se unió su círculo más íntimo de amigos gracias a que también es un hombre familiar.
Su esposa Araceli Morales y Doña Rosario Orozco eran igual de cercanas que Miguel y Javier, además de que ambas participaban en las comidas frecuentes entre ambas familias.
Al grupo se unió con el tiempo el Fiscal Gilberto Higuera y su esposa.
Dos años más tarde llegaron Sergio Salomón Céspedes y su esposa Gabriela Bonilla, quienes cumplían con el principal valor que el exgobernador Barbosa requería en sus amistades más cercanas.
La condición familiar del hoy mandatario estatal, el amor incondicional hacia sus hijas y esposa, facilitaron que Miguel y Sergio forjaran una fuerte amistad en los últimos años.
A las comidas en la casa del gobernador, Céspedes y su esposa ya eran invitados habituales.
La fidelidad y los resultados como operador político cerraron la pinza entre Barbosa y Sergio Salomón.
Sí, la familia es también el centro del nuevo gobernador de Puebla.
Un valor heredado por Céspedes Peregrina, que ya tenía muy bien entendido.
Off the record
Contrario a lo que los propagandistas de Nacho “El Buitre” Mier han mal informado sobre la incursión de Sergio Salomón a Morena, la realidad es que fue Miguel Barbosa y no el impresentable Alejandro Armenta, el que le hizo la invitación de sumarse al partido lopezobradorista en el 2021.
Fue en su periodo como alcalde de Tepeaca cuando Barbosa Huerta vio en Céspedes Peregrina a un honesto y capaz servidor público, pues desde su gobierno municipal generó muchos proyectos sociales en común con el Ejecutivo local.
La invitación a Sergio Salomón para ser candidato a diputado local por los colores y siglas del Movimiento Regeneración Nacional fue única y directa de Miguel Barbosa.
Sobra decir que entre el marinista Armenta y el hoy gobernador de Puebla existe una fuerte animadversión como rivales políticos de la misma región. Incluso, Sergio se impuso en el 2018 y 2021 a la estructura del ahijado de Mario Marín, quien cedió el control del Distrito 7 al nuevo mandatario.
No sorprende que el malversado asesor y periodista de ocasión haya difundido esta mal intencionada versión para demeritar al hoy gobernador en aras de favorecer a Mier Velazco.
De hecho, el propagandista de Mier fue el que apenas la semana pasada atacó de manera misógina y cobarde a la hija de Céspedes Peregrina al restarle méritos como una mujer profesional preparada para conseguir un cargo en el TSJ.
El vil y ruin matraquero de Moisés Ignacio olvida que, hasta entre los mafiosos a los que apoya desde su decadente pluma, la familia es intocable.
Qué fácil olvidó las ayudas por las que rogó de rodillas en el 2018 cuando el siniestro Rafael Moreno Valle lo tenía ahorcado económicamente.
Otra vez, hay cuentas pendientes por pagar que no se olvidan.
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