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Bloques de competitividad y género, inclinan la balanza para que Morena postule mujer en Puebla

2historias reportero

Algo está más que claro en la lucha interna de Morena por la candidatura al gobierno del estado: nada está definido aún.

¿Qué necesidad tendría Ignacio Mier de precipitar sus giras al interior de la entidad, derrochar millones de pesos en anuncios espectaculares y acoger a cuanto político de pésima reputación si ya recibió la bendición de Andrés Manuel López Obrador?

Resulta ilógico pensar que Mier Velazco con la candidatura amarrada ya en Palacio Nacional esté en una precampaña tan desbocada y adelantada con el riesgo del desgaste que esto conlleva a más de 14 meses del proceso electoral que marcará la sucesión de la gestión del gobernador Sergio Salomón Céspedes.

Ver: Nacho Mier y su ejército de perdedores electorales

Tampoco cuadran esas versiones que resaltan la “cargada” a favor del expriista, pues ni todos los operadores electorales con historiales perdedores se iguala a un llamado de AMLO para alinear a todo el morenismo poblano a su favor.

¿Usted cree que si Nacho Mier ya recibió el visto bueno de Palacio Nacional alguien se atrevería a contravenir las indicaciones del tabasqueño?

La respuesta es más que obvia.

En Morena en Puebla aún hay mucho por ver.

Existen factores ajenos que podrían estropear los planes no solo de Moisés Ignacio Mier, sino de Alejandro Armenta y Julio Huerta, los hombres que hasta el momento lucen como la baraja masculina para abanderar al Movimiento Regeneración Nacional en Puebla en el 2024.

Y es que, el género tendrá un valor preponderante en el proceso electoral del próximo año.

Además de los comicios presidenciales, en el país estarán nueve gubernaturas en juego, de las que cinco tendrán que ser encabezadas por mujeres y cuatro por hombres.

Pero la paridad no es el único que está jugando en contra de los aspirantes varones que buscan representar a los colores y siglas del partido marrón, también los bloques de competitividad.

Existe otro factor que también pesará en la definición de las candidaturas a los gobiernos estatales: los afectos del presidente López Obrador, en los que no está Nacho Mier.

Eso es más que claro.

Quienes sí ya están amarrados desde ahora como alfiles de AMLO se encuentran Zoé Robledo, actual director del IMSS y uno de sus hombres de mayor confianza y fieles, para ser el candidato en Chiapas; y Rabindranath Salazar, coordinador general de Política y Gobierno de la República y uno de los hijos políticos más queridos por el presidente, para ser el abanderado en Morelos.

Otra entidad que estaría ya reservada para un hombre es la Ciudad de México, en donde la tendencia política y electoral para nada es prometedora para Morena y solo con una figura masculina se podría retener la jefatura del gobierno de la capital del país para no perder el bastión histórico de la izquierda y el padrón electoral más importante del país.

Los resultados de la elección intermedia del 2021, al igual que en Puebla, fue un duro golpe para el lopezobradorismo, que perdió fuerza en su nicho de poder más importante al entregarle a la oposición conformada por el PRIANRD nueve alcaldías, la mitad del territorio de la CDMX.

Esto lleva a que en la elección del 2024 se postule a un varón que garantice el triunfo y en este escenario ya solo hay dos aspirantes: Omar García Harfuch, quien al final será convencido de participar a pesar de sus múltiples negativas; o Ricardo Monreal, quien recibiría como moneda de cambio la candidatura para no generarle un boquete mortal a Morena en la contienda presidencial.

Ver: Hacer perder al primo odiado

La situación negativa actual para el Movimiento lopezobradorista en la capital del país no está para experimentar con candidatas poco competitivas como Rosa Isela Rodríguez o Clara Brugada.

Con esto, ya serían tres hombres ya amarrados como candidatos para las elecciones locales del próximo año.

Por las leyes electorales que impulsan la paridad en la designación de candidatos, los partidos políticos están obligados a no seleccionar a mujeres en bloques de competitividad bajos para hacerlas perder, con esto, Morena estaría imposibilitado para nominar a mujeres en Guanajuato, Yucatán o Jalisco.

Sí o sí, en alguno de estos estados, el morenismo tendrá que elegir a un hombre como candidato, con lo que ya tendría a sus cuatro candidatos masculino para competir en el 2024.

En pocas palabras, todo indica que en Puebla será una mujer la que abandere a Morena en los comicios del próximo año, como sucederá en Veracruz, Tabasco, estados que también pertenecen al bloque de competitividad alto, y en dos de las tres entidades del bloque de competitividad baja (Guanajuato, Yucatán o Jalisco).

No resulta ninguna casualidad ni tampoco es fortuito que cada día más mujeres han alzado la mano para contender por la candidatura de Morena en Puebla y ya no sean más los hombres que se hayan apuntado en la carrera.

A la fecha, entre las aspirantes del morenismo se encuentran Olivia Salomón, Ana Laura Altamirano, María Luisa Albores, Ariadna Ayala, Norma Layón, Beatriz Gutiérrez Müller, Lizeth Sánchez y Claudia Rivera Vivanco, más las que se apunten.

Algo saben en las entrañas del poder que cada día que pasa una mujer nueva alza la mano para pelear por la candidatura del Movimiento Regeneración Nacional.

Eso sí, no todas son competitivas.

Algunas suman y otras restan.

Al igual que en los hombres aspirantes.

Los nombres los conocemos todos.

El género y los bloques de competitividad parece que será la decisión salomónica para evitar que la violenta guerra civil entre Mier y Armenta no afecte a Morena en Puebla en el 2024.

#EsTiempoDeLasMujeres.


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