Luego de que hizo público durante la mañanera del lunes el banderazo de salida para sus cartas (o corcholatas, de acuerdo con el lenguaje lopezobradorista) para su sucesión en el 2024, el gobernador Miguel Barbosa hizo cuatro llamadas telefónicas para darle luz verde a los que serán sus aspirantes quienes pelearán la candidatura de Morena al gobierno el estado para los próximos comicios estatales.
No es ninguna sorpresa que el mandatario estatal ya tiene a su caballada, la cual es gorda y bastante competitiva, bien definida, pero, como lo mencionamos en este mismo espacio, solo él daría la señal para que sus alfiles encendieran motores para trabajar en su posicionamiento y en sus estructuras territoriales para pelear por la nominación del o la abanderada que el Movimiento Regeneración Nacional elegirá para retener el poder en Puebla.
Este reportero pudo corroborar por diferentes fuentes que Barbosa Huerta se comunicó de manera personal con Sergio Salomón, Olivia Salomón, Melitón Lozano y Gabriel Biestro para otorgarles su visto bueno a cada uno y que trabajen en sus aspiraciones para buscar la tan anhelada nominación morenista para la gubernatura de Puebla.
Si bien aún falta un largo camino por recorrer y que las definiciones en las mesas de negociaciones inicien para definir el género del candidato en la entidad, el cual, aseguran podría ser para una mujer, Barbosa Huerta ya dio inicio a su sucesión justo en el momento en el que su poder como el jefe político del estado está en la cúspide y cuenta con todo a su favor para marcar el derrotero del proceso que definirá a su sucesor en Casa Aguayo.
En una primera instancia, el barbosismo dará muestras a finales de este mes que es el único grupo con la capacidad suficiente para movilizar a miles de poblanos a favor del partido lopezobradorista durante las 15 asambleas distritales que servirá para afiliar a nuevos militantes y para definir al Consejo Político Estatal que a la postre ungirá al nuevo líder estatal del Comité Ejecutivo Estatal.
El pronóstico, no está de más mencionarlo, es que el gobernador Barbosa barrerá en las asambleas distritales a los grupúsculos de Morena que encabezan sus opositores como Alejandro Armenta, David Méndez y la Alianza de la Pipitilla, conformada por Ignacio Mier y Claudia Rivera.
Con el control de Morena, el mandatario poblano estará en la posibilidad, a diferencia de la elección intermedia del 2021, de colocar a sus incondicionales en las candidaturas para pelear las principales alcaldías, diputaciones locales y federales, y en la joya de la corona: la gubernatura del estado.
En algunas entregas anteriores hemos señalado que todas las posibilidades del Movimiento Regeneración Nacional para repetir en el gobierno del estado pasan por la operación y el liderazgo de Miguel Barbosa, quien no solo es el único gran operador del partido, sino el principal baluarte del lopezobradorismo en Puebla y quien ha mantenido a flote a la marca a pesar de los negativos del resto de las “vacas sagradas” como Claudia Rivera, Armenta Mier y Nachito Mier.
Es por esto por lo que las cartas del barbosismo cobran otra dimensión, pues son ellos los únicos, a diferencia de Armenta, Rivera Vivanco o Mier, que podrán asegurar el triunfo de Morena durante las elecciones estatales del primer domingo de junio del 2024.
El primer destape de uno de los palomeados por Miguel Barbosa, el de Sergio Salomón Céspedes, da inicio la temporada de pronunciamientos públicos para pelear por la candidatura de Morena por parte del grupo del mandatario poblano.
No será ninguna sorpresa que tras el presidente del Congreso del estado vengan los destapes de los actuales secretarios de Economía (Olivia Salomón), de la SEP (Melitón Lozano), y de el del Trabajo (Gabriel Biestro), quienes estarán en la disyuntiva de pedir licencia o renunciar a sus cargos en el organigrama del poder Ejecutivo estatal.
Tampoco puede pasar por alto los mensajes que el propio gobernador Barbosa mandó de manera muy directa al inútil Ignacio Mier y al ahijado de Mario Marín, Alejandro Armenta, a quienes les dejó claro que no formar parte de sus cartas marcadas para buscar ser el abanderado de Morena en las próximas elecciones.
Sobra mencionar que el veto de Barbosa Huerta será un factor que, sin lugar a duda, pesará de manera considerable sobre Mier Velazco, quien sabe que sus posibilidades de representar los colores y siglas del partido lopezobradorista son inexistentes, y sobre Armenta Mier, quien por más que se hinque ante los pies del mandatario jamás logrará que éste le dé su bendición.
La sucesión del barbosismo dio inicio de manera formal.
La temporada de destapes coincide con la de huracanes.
Veremos quiénes son los capitanes que llevarán a buen puerto sus barcos y quiénes se hunden en mar abierto.
¿Tierra a la vista?
El pronóstico, a la fecha, es reservado.
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