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Arranca la carrera por la rectoría de la BUAP

Osvaldo Macuil

A partir de este 6 de septiembre arranca la campaña para elegir a la nueva rectora o rector de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) en sucesión de Alfonso Esparza Ortiz.

Lilia Cedillo, Guadalupe Grajales y Ricardo Paredes Solorio son los tres candidatos que se registraron ante la Comisión Electoral y quienes se promocionarán entre la comunidad universitaria.

Será un proceso fuera de lo común. Debido a la pandemia, ningún aspirante podrá recorrer las unidades académicas como en los viejos tiempos para promocionarse. Tendrán que hacerlo con herramientas virtuales para presentarse como la mejor opción para tomar las decisiones en la máxima casa de estudios.

La ex directora del Centro de Detección Biomolecular, Lilia Cedillo se perfila para convertirse en la primera rectora en la historia de la BUAP, esto ante el número de universitarios que respaldaron su candidatura y que la acompañaron el día de su registro.

El próximo líder de la Benemérita tendrá dos retos importantes. El primero será recomponer la relación con el gobernador estatal, luego de la ruptura de Alfonso Esparza con el gobierno que encabeza Miguel Barbosa Huerta.

Esparza fue un instrumento del morenvoallismo. El rector saliente, quien se vendió como el defensor de la autonomía universitaria, negoció con el grupo de Rafael Moreno Valle luego de que su mentor Enrique Agüera no trascendió en la política poblana.

Alfonso Esparza fue una figura decorativa. Permitió que le impusieran proyectos, constructoras y proveedores. Con el otrora todopoderoso morenovallismo hizo un sinfín de negocios al amparo del poder.

Lobos BUAP y la construcción de la Torre de Rectoría de la BUAP son los monumentos de la corrupción de Poncho.

En esos tiempos de bonanza para él, nunca salió a las calles a pregonar que defendía la autonomía universitaria. En ese periodo, ese concepto no lo tenía en su diccionario.

El gobierno estatal de la Cuarta Transformación destapó la cloaca y el rector se tiró al piso para decir que era un ataque en contra de toda la comunidad universitaria, cuando en realidad solo se terminó su coto de poder e impunidad.

Ese será el segundo reto de quien gane la elección del 20 de septiembre: entregar las pruebas de los negocios que se hicieron al amparo del poder en la máxima casa de estudios de Puebla.

La BUAP tiene un presupuesto cercano a 6 mil millones de pesos. Pero nadie sabe cómo se gasta el recurso. la universidad opera sin rendir cuentas claras. En las páginas de transparencia no hay informes sobre los contratos que se emiten.

El último régimen corrupto de la BUAP está por llegar a su fin. La nueva rectora, como así se vislumbra, tendrá que dar el ejemplo colocando las últimas piezas del rompecabezas delincuencial de la institución.

Leer: Así se vivió el registro de los contendientes para la rectoría de la BUAP

Osvaldo Macuil

Cuarto Oscuro