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Claudia Rivera: el PAN ya tiene a la candidata que quería

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Por: Gerardo Ruiz / @GerardoRuizInc

El semblante desencajado y con una sonrisa forzada de Mario Delgado, el cooptado líder nacional de Morena, lo decía todo.

Como bien lo define la brillante Edurne Ochoa: el cuerpo no miente.

El Clan de Luján ya entregó, desde ahora, la plaza al PAN.

La unción de Claudia Rivera como precandidata del Movimiento Regeneración Nacional a la alcaldía de Puebla capital representa el inicio de la debacle del partido lopezobradorista en la entidad.

Así se demuestra en el desangelado destape de la aún edil, quien solo fue felicitada por sus fieles liliputieneses, por algunos obnubilados odiadores del gobernador Barbosa, y por los artífices de la futura colisión lopezobradorista en la capital: Bertha Lujan y Citalli Hernández.

Y es que, la designación de Rivera Vivanco, la peor de los tres aspirantes con los que contaba Morena en la Angelópolis, será un efecto domino que pone no solo provocará una catástrofe en la capital, también provocará un efecto dominó en toda la zona metropolitana, el cual podría comprometer las alcaldías de San Andrés y San Pedro Cholula, Amozoc, San Martín Texmelucan y Cuautlancingo, al igual que las diputaciones locales y federales, en juego.

Ver: Arden las dirigencias estatales de Morena y del PAN

A la fecha, nadie puede justificar la descarada imposición con la que Claudia Rivera fue elegida como la abandera morenista en Puebla capital, pues su rentabilidad electoral e intención de voto era la peor entre Gabriel Biestro y José Luis Sánchez Solá “El Chelis”, además de que sus negativos y su desaprobación están por las nubes.

La competitividad de la precandidata de Morena en la capital es paupérrima y marginal.

Desde hace más de un mes, en este mismo espacio, habíamos advertido que Bertha Luján, la poderosa madrina de Claudia Rivera, ya tenía todo preparado para incrustar con calzador a su repudiada ahijada en la candidatura por la alcaldía de la Angelópolis y soñar así con su reelección.

Un sueño que sólo se convertirá en realidad si logra remontar la desventaja de 15 puntos con la que arrancará las campañas respecto a su rival panista Eduardo Rivera.

No solo eso, Claudia Rivera tendrá el reto de convencer a 8 de cada 10 poblanos que reprueban a su actual gestión que para los próximos tres años “ahora sí tiene un plan”.

También, Rivera Vivanco, a contracorriente, deberá pedir el voto a los mismos electores que la consideran la peor alcaldesa de México, al decir de diferentes encuestas y estudios como Massive Caller, Campaing & Elections y Consulta Mitofsky.

Y no, no se trata de que “la dignidad se haga costumbre”, se trata de ofrecer un gobierno eficiente y responsable, el cual jamás pudo enarbolar la que se perfila para representar las siglas y colores del Movimiento Regeneración Nacional en los comicios del 6 de junio.

Resulta increíble que la Comisión de Elecciones y la Comisión de Encuestas se inventaron un estudio en el que Claudia Rivera es más competitiva que Gabriel Biestro o que “El Chelis”.

En tremendo lío están metidos los órganos nacionales de Morena que se inventaron esta maroma para imponer a la deprimente alcaldesa de Puebla como la abanderada del partido en la Angelópolis.

Ver: Inician los chanchullos en la encuesta para definir el candidato en la capital

El Tribunal Electoral Federal tendrá la última palabra luego de que ya habían advertido estos chachullos de la cúpula nacional morenista para entregar candidaturas por acuerdos políticos y no por procesos transparentes e inclusivos.

Mientras, en la casa del PAN todo se alinea para Eduardo Rivera, quien se enfrentará a la rival más débil de Morena.

Desde una semana, en el war room de Rivera Pérez se respira un aire victorioso, pues ya sabían que la candidatura caería, como así fue, en Claudia Rivera.

El PAN ya tiene a la candidata que quería y desde el CEN azul ya se está corrigiendo el Geno-cidio que provocó la lideresa estatal Genoveva Huerta durante el proceso interno de designación de candidatos.

Ver: Las cinco millones de razones de Genoveva Huerta

El peor escenario para Morena en Puebla se impuso la noche del viernes: Claudia Rivera será el más grande error de Bertha Lujan.

Si nada extraño ocurre y si el presidente Andrés Manuel López Obrador respeta su acuerdo no intervención en las elecciones de junio, Lalo Rivera le ganará por dos dígitos a Rivera Vivanco y regresará al Charlie Hall tras una década de su arribo en el ya lejano 2011.

Eduardo Rivera, ahora sí, va en caballo de hacienda al Ayuntamiento de Puebla.

Off the record

Aunque Alejandro Armenta se ha erigido como el gran artífice de la postulación de Claudia Rivera, la realidad es que el Ahijado PRIcioso también perdió, ya que su delfín José Luis Sánchez Solá no alcanzó la candidatura.

Armenta Mier, fiel a su estilo, ha filtrado la versión de que apoyará a Rivera Vivanco, pero la realidad es que el senador hará todo lo posible para que la alcaldesa no se reelija, ya que esto implica un gran problema para su proyecto político rumbo al 2024.

Sin Claudia Rivera ni Biestro en el camino, Armenta piensa, ilusamente, que ya es el único corredor en el proceso sucesorio del gobierno barbosista.

¿Alguien duda que Alejandro va a llevarle las contras a Claudia Rivera?

La realidad es que, si Morena pierde, como se perfila, el 6 de junio próximo, el PAN tendrá toda la mesa puesta para recuperar el gobierno del estado en tres años.

Todos entendemos que, si Lalo Rivera gana esta elección, se convierte en el rival a vencer para el 2024.

¿Verdad?

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