Por: Gerardo Ruiz / @GerardoRuizInc
En medio de un ambiente fúnebre y con los pocos que quedan en su equipo de campaña, Claudia Rivera se despidió del proceso que este miércoles verá su último día de la etapa de proselitismo y que el domingo tendrá su jornada electoral para definir a la persona que llegará a la presidencia municipal de Puebla por los próximos tres años.
Con el semblante serio y la sonrisa desdibujada, Rivera Vivanco le dijo adiós a su sueño reeleccionista no sin antes comenzar con su discurso derrotista en el que todos tendrán la culpa de su fracaso en las urnas menos ella.
Pretextos habrá muchos, pero uno será la constante para no asumir sus propias carencias, limitaciones y fallas.
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La violencia política de género será, por enésima ocasión, el justificante con el que la repudiada Claudia Rivera intentará argumentar que perdió por su condición de mujer y no por sus escándalos de corrupción, acosos sexuales y falso feminismo a lo largo de su desastrosa gestión inconclusa al frente del Ayuntamiento de la Angelópolis.
El video que presentó en su última mañanera bajo el slogan #SéComoQuieras y que la muestra sin maquillaje para victimizarse, como la he hecho a lo largo de toda su campaña, no es más que la muestra de los tumbos, falta de estrategia y nula planeación de una candidatura que nació muerta y que se hundió en los primeros días.
La candidata espuria de Morena diseñó un maquiavélico plan en el que se expuso a un cambio extremo de su imagen con el único objetivo de que los poblanos la criticaran por banal y por vanidosa para después mostrarse como víctima del sistema patriarcal que no deja “ser libres ni ellas mismas” a las mujeres.
Claudia Rivera jamás entendió que iba a una contienda electoral y no a otra de sus campañas de falso feminismo para defender los derechos de las mujeres para participar en la política a pesar de que ella misma promovió la misoginia en la Comuna capitalina y protegió a los acosadores, como al cerdo de Andrés García Viveros, que violentaron a las trabajadoras del gobierno municipal.
¿Quién asesoró a la repudiada Rivera Vivanco?
En lugar de quitarse el maquillaje, la edil con licencia se hubiera quitado la máscara de corrupción, ineptitud y fakemismo que la tienen a dos dígitos de diferencia de su rival de Morena, Eduardo Rivera, quien se perfila a ganar de manera inminente la elección del próximo domingo.
El discurso derrotista de Claudia Rivera hubiera pasado desapercibido si la abanderada morenista no se hubiera lanzado otra vez contra los medios de comunicación.
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Y es que, en la lista te culpables de la deprimida y deprimente candidata, en la que figurarán el gobernador Barbosa, Gabriel Biestro y hasta Alejandro Armenta, también estarán los periodistas, quienes no nos doblamos ante sus ataques de ira y violencia durante todo el proceso electoral.
La repudiada Claudia ya lo dejó claro: tras el 6 de junio vendrán las denuncias en contra de todos los reporteros, columnistas y directores de los medios de comunicación que no vendimos nuestras líneas editoriales y que destapamos la cloaca en la que se convirtió el Ayuntamiento de Puebla desde el 2018 hasta el presente año.
De manera coloquial, Rivera Vivanco no buscará quién se la hizo, sino quien se la pague.
Las querellas lloverán con tal de que la peor alcaldesa del país se sienta en paz tras el ridículo en las urnas.
Desde su frustración y desde su enojo, la candidata de Morena reventará contra todos los periodistas, que no formamos parte de su séquito de foquitas aplaudidores ni voceros de medio pelo.
La amenaza nada velada lanzada en su funeral de este miércoles no se puede interpretar como la desesperación de una mujer enferma de poder, quien está a un paso de sufrir un duro golpe de realidad y que podría perderlo todo en los próximos meses, desde sus privilegios, fortuna mal habida y hasta su libertad.
No hay más peligroso que un candidato fallido sin autocritica y con sed de revancha.
¿Qué más se puede esperar de alguien como Rivera Vivanco, quien siempre tiene un pretexto para sus errores?
Su físico y su maquillaje es lo que menos importa, Señora Claudia.
A usted se le critica por hundir en la miseria a Puebla capital durante los últimos tres años no por su aspecto físico.
Serénese, candidata.
Hay vida después del 6 de junio.
Off the record
¿En dónde está Andrés García Viveros?
Esa es la pregunta que ronda en el aire desde hace días en el war room de Claudia Rivera.
En el bunker de la repudiada Claudia ya existe cierta incertidumbre de que “el hermanito” de la edil con licencia vaya a operar el 6 de junio.
Y es que, el presunto acosador sexual tiene bajo su custodia el cochinito electoral de Rivera Vivanco de 25 millones de pesos para el día de la jornada electoral, que servirá para pagar a los movilizadores, la compra de votos y los grupos de choque.
Sin embargo, no existe ninguna certeza, hasta hoy, de que García Viveros vaya a soltar “el recurso” para el 6 de junio, luego del marcaje personal que la Fiscalía General del Estado le puso tras el escándalo de Karina N.
Ahora entienden por qué Claudia Rivera no ha reventado en contra de su “compañero de lucha”.
Ver: El de García Viveros no fue el único escándalo sexual en el Ayuntamiento de Claudia Rivera
Quién en su sano juicio se pelearía con Don Dinero.
¿El cerdo García Viveros se arriesgará a operar el Día D o dejará hundir a su mejor amiga?
Un paso en falso y puede ser letal.
Su libertad también está en juego.