Una nueva conspiración, otra más, acaba de arrancarse en la aldea para intentar, otra vez, descarrilar a Miguel Barbosa durante la segunda mitad de su gobierno.
Como al inicio de su gestión en el 2019 cuando la Banda de los Conejos, encabezada por Fernando Manzanilla, Eukid Castañón y Tony Gali, Barbosa Huerta es el objetivo principal de un nuevo complot mongol, que ahora tiene como protagonistas a Ignacio Mier, Claudia Rivera, Genoveva Huerta y Mónica Rodríguez Della Vecchia.
Una conjura más que está destinada al fracaso como las que el gobernador desactivó a lo largo de su administración.
Vaya bodrio conformaron los odiadores del mandatario poblano.
Lo que era impensable terminó por suceder.
Bien dicen que el poder iguala.
En sus ansias por hacerse del poder en el 2024, Nacho Mier y Claudia Rivera, desde hace semanas, signaron una tregua que se convirtió en alianza para dejar fuera de su sucesión a Miguel Barbosa y para que sean ellos dos, a pesar del desastre que le ocasionaron a Morena en las elecciones intermedias del 2021, quienes representen al partido lopezobradorista como los candidatos al gobierno del estado y al Senado, respectivamente.
Rivera Vivanco dejó de ser blanco de ataques en el periódico de Mier Velasco y ahora todas las baterías se enfocan en el alcalde capitalino, Eduardo Rivera.
Como ya lo habíamos mencionado, la cargada mediática contra el panista desde el rotativo de Mier tiene intereses económicos, pero más políticos.
La exalcaldesa ya olvidó que el medio de comunicación del coordinador de los diputado federales morenistas fue uno de los más críticos de su gobierno municipal y de su proyecto reeleccionista.
Cualquier agravio se olvidó con tal de pelear por el poder dentro de tres años.
Para esta conspiración en la que pretenden arrebatarle a Barbosa cualquier injerencia en las mesas de negociaciones de las candidaturas de Morena, Mier y Rivera Vivanco buscan secuestrar al Congreso local con el marginal G5 antibarbosista, pero ahora con cuatro nuevos integrantes.
Como lo adelantamos en las Historias de un Joven Reportero, Mier y Genoveva Huerta firmaron una alianza tras los comicios del año pasado, ya que comparten el mismo objetivo: minar la inminente candidatura de Lalo Rivera al gobierno del estado.
El siempre certero periodista Álvaro Ramírez reveló a inicios de esta semana un cónclave que encabezó Daniela Mier para trazar una ruta contra el mandatario poblano al “obstaculizar” todas las iniciativas que el gobierno de Miguel Barbosa envíe al Congreso del estado.
Lo sorprendente es quiénes asistieron a esta reunión convocada por la hija de Nacho Mier: los morenovallistas Liliana Luna Aguirre, Mónica Rodríguez Della Vecchia y los genovistas Rafael Micalco y Guadalupe Leal; así como los marginales Iván Herrera, esbirro de Claudia Rivera y nuevo alfil de Mier Velasco, y Eliana Angélica Cervantes.
De manera curiosa, ni Carlos Evangelista ni Édgar Garmendia, dos de los principales opositores del gobernador Barbosa, fueron convocados al conclave en el que se acordó “secuestrar el trabajo legislativo local y, especialmente, abrir fuego franco contra Miguel Barbosa Huerta”, como bien lo apuntó el autor de la columna “Lo que no le cuento ni a mi madre”.
También, el periodista Ignacio Juárez en su columna de este martes sumó más detalles de la conspiración bananera que auspician Mier, Genoveva y Claudia.
“La semana pasada seis diputados locales de Morena y del PAN fueron recibidos en la casa de Mier Bañuelos con la finalidad de poner en claro que tienen enemigos en común, y era necesario trazar una hoja de ruta para descarrilar a las posibles cartas del gobernador Miguel Barbosa Huerta para que lo sucedan en la gubernatura en 2024.
En la mesa pusieron tres nombres: el secretario de Educación Pública, Melitón Lozano Pérez; el líder del Congreso local, Sergio Salomón Céspedes Peregrina; y el presidente del Tribunal Superior de Justicia, Héctor Sánchez Sánchez.
Los panistas que asistieron al encuentro, Mónica Rodríguez Della Vecchia, Rafael Micalco Méndez y Guadalupe Leal Rodríguez, agregaron a un cuarto: Eduardo Rivera Pérez”.
Las líneas del subdirector editorial de Hipócrita Lector hablan por sí solas.
El complot mongol no es más que eso: mongoles haciendo elucubraciones sin sentido.
Tan solo basta recordar el pasado reciente para conocer que esta nueva conspiración está destinada al fracaso.
En el 2018 y en el 2019, Miguel Barbosa se impuso a todos los liliputienses que intentaron arrebatarle la candidatura de Morena en las elecciones de esos años.
Ya como gobernador, el nacido en el Valle de Tehuacán desactivó a todos sus enemigos y los hundió en los comicios del 2021. En el camino quedaron los Tony Gali, los Manzanilla, los Eukid, los Armenta, los Mier, los Rivera Vivanco, los Alfonso Esparza, los Luis Ernesto Derbez, los David Méndez, los Guillermos Aréchiga, los José Juan Espinosa, las Nancy de la Sierra, los Chiapanecos, y cuanta fauna que buscó desterrarlo del poder en la aldea.
Lo mismo sucedió con Eduardo Rivera.
El hoy alcalde, por segunda ocasión, de Puebla sobrevivió a la persecución morenovallista, a la derrota planeada del 2018 y se ha convertido en el tormento de Genoveva Huerta, quien no logra descarrilarlo y ahora hasta se ha tenido que aliar con las vacas sagradas de Morena, partido que detesta, para minar al edil.
Sobra decir que esto no es más que una conspiración más de un grupo que en tres años no ha demostrado nada más que sus limitaciones y sus adicciones al poder.
El destino inequívoco no es otro: el fracaso.
Estas señoras y señores no entienden que no entienden.
Pobres ilusos y sus sueños de opio.
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