Por: José Antonio de la Vega Moreno / @Tono_delaVega
Qué hemos hecho mal.
Las autoridades federales, estatales y municipales han puesto su esfuerzo, su estrategia, sus planes de protección, su calendario de inoculación y nada, la pandemia, cuando despertamos aún sigue entre aquí.
Tan solo datos oficiales registran que tan solo los casos positivos alcanzan incrementaron 158 por ciento.
Incluso, la Secretaría de Salud en el estado, informó que en el último fin de semana se presentaron 261 contagios o casos positivos, acompañados estás cifras por 9 decesos.
El país cayó en una tercera oleada de covid-19 y Puebla no está aislada de esa posibilidad tan lamentable.
Lo cierto es que, si nos confinamos de nuevo, no habrá sector social que lo aguante.
La positividad de los casos rebasa el 70 por ciento, además, que otro de los datos arrojados de las estadísticas del gobierno del estado, es que ahora la población de 40 a 47 años es en la actualidad la más vulnerable y la más hospitalizada.
De qué sirve la aplicación en el estado de tres mil millones de pesos en año y medio para atacar y blindar a la población contra el covid-19 si nosotros, la sociedad no aportamos.
Se lanzan decretos para frenar un poco el relajamiento social, para qué, nosotros, la sociedad no entendimos, o hacemos que no entendemos.
Antros clandestinamente llenos, bares sin acatar horarios, transporte público sin aplicar la medida sanitaria, chavorrucos sin querer ir a tomar la vacuna, familias enteras de fiesta y convivios.
Las cifras covid van en aumento y no hemos sopesado todos los sectores de la sociedad lo que nos viene.
El último caso de negligencia, de irresponsabilidad, fue por parte de alumnos que viajaron al puerto paradisíaco de Cancún para festejar su graduación, vamos, su fin de curso. El resultado, por lo menos una centena de estudiantes infectados de covid.
Veo independientemente de lejos, peligroso el regreso a clases, además, de ir por un grito de independencia.
Para incrementar más la alerta, existen cuatro variantes del virus: Delta transmisible en un 80 por ciento en personas; Gamma es resistente a las vacunas y tratamientos; Alfa 70 por ciento más transmisible; Épsilon cuenta con mutaciones. Lo lamentable del caso, es que, cuando despertamos, el covid-19 seguía aquí.