La aprobación de los cambios al Código Fiscal Municipal de Puebla para incluir y regular el cobro por Derecho de Alumbrado Público (DAP) está en la cuerda floja, debido a que los diputados del PAN, afines a Genoveva Huerta, buscan presionar al alcalde Eduardo Rivera Pérez para obtener algún beneficio político luego de que perdieron la dirigencia estatal del partido.
Los legisladores de Acción Nacional no se preocupan por la carga económica que puede significar este impuesto para hogares e industrias asentada en Puebla.
Por el contrario, encontraron en esta discusión el argumento perfecto para negociar con el presidente municipal a cambio de que el Ayuntamiento no se quede sin los 140 millones de pesos que se proyectan recaudar a través de este concepto.
La cronología de la última semana con este tema da varias pistas para analizarse. En primer lugar, los coordinadores del PRI y del PAN, Jorge Estefan Chidiac y Eduardo Alcántara presentaron la iniciativa para apoyar al gobierno municipal.
El panista buscó dar un mensaje de reconciliación con su otrora amigo Lalo Rivera e intentar generar una tregua ante la guerra interna del PAN.
Sin embargo, Alcántara perdió el control de la bancada que coordina y ahora los panistas siguen a Mónica Rodríguez, otro de los brazos de Genoveva Huerta en el Congreso Local.
La legisladora panista convenció a sus correligionarios de votar en abstención la Ley de Egresos 2022 que envió el gobierno estatal. Esto generó sospechas en torno al actuar de la fracción del PAN.
En los pasillos del Poder Legislativo se corrió la versión de que los albiazules ya no votarán a favor del regreso del DAP y esto provocó un caos en el propio Congreso y en el Palacio Municipal.
La bancada de Morena, en su mayoría estaba a favor de apoyar este cobro para garantizar que la capital tenga los suficientes recursos para darle la vuelta al desastre que se tuvo en los últimos tres años.
Ahora ven como incongruente quedarse solos en esta discusión polémica y salir en voto a favor con el PRI, pues quedaría el procedente de la creación del PRIMOR en Puebla.
La segunda incongruencia sería que el PAN vote en contra de una iniciativa que su propio coordinador puso sobre la mesa.
Las bancadas de Morena y del PT se quedaron con un mal sabor de boca cuando los panistas no votaron a favor la Ley de Egresos del gobernador Miguel Barbosa. Ahora se cuestionan por qué apoyar el DAP para el Ayuntamiento emanado del PAN si ellos no apoyaron la iniciativa del gobierno morenista.
Los siguientes días serán claves en las negociaciones. Los panistas negociarán en primer lugar en el Ayuntamiento para obtener algo a cambio de dar su voto a favor y una vez que lo logren, si eso pasa, se sentarán nuevamente en sus curules para seguir con el procedimiento legislativo.
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