La posible estrategia para dejar fuera a Néstor Camarillo del Senado

La unción de los candidatos de la alianza Sigamos Haciendo Historia, conformada por Morena, PT y Verde Ecologista, a las 300 diputaciones federales y a las 96 senadurías por el principio de mayoría relativa se ha complicado de tal forma que sus líderes nacionales han tenido que emplear el fórceps en esta larga y cansada cirugía de parto rumbo a la elección presidencial del primer domingo de junio.
Como si fuera el famoso juego de Big Brother, el papá de la Casa de los Famosos (para los lectores millennials y cenetennials de esta columna), las reglas a diario cambian en el proceso interno del que saldrán los casi 400 candidatos de la 4T que pelearán por un escaño y una curul en el Congreso de la Unión, con el único objetivo de lograr al famoso “Plan C”, que consiste en alcanzar las dos terceras partes en ambas cámaras para que así Andrés Manuel López Obrador pueda concretar los cambios legislativos que tiene pendientes al no contar hoy con la mayoría calificada que le permita modificar la Constitución Política y por los reveses que la Suprema Corte de Justicia de la Nación le ha propinado.
El presidente de la República habló sobre su “Plan C” a finales de marzo del año pasado cuando la SCJN rechazó el “Plan B” de su reforma electoral. Este “plan”, que es gran medida el cimiento del segundo piso de la 4T, consiste en que los mexicanos voten por “carro completo” en 2024, es decir, no solo por el candidato de Morena a la Presidencia, también por sus diputados y senadores.
Para modificar cambios a leyes secundarias basta con una mayoría absoluta compuesta por la mitad más uno de los diputados o senadores, sin embargo, cuando se trata de cambios constitucionales se requiere del voto de las dos terceras partes.

La tarde de este miércoles, durante su habitual rueda de prensa semanal, Mario Delgado anunció que en la renovación del Senado de la República, Sigamos Haciendo Historia irán en coalición en 20 entidades y en las 12 restantes competirán por separado, con la intención de ganar el mayor número de escaños posibles.
Es decir, Morena, PT y PVEM buscarán ganar las tres posiciones que cada estado otorga por el voto popular en el Pleno del Senado para aniquilar a la oposición del PAN, PRI y PRD en la Cámara alta al no dejarle la entrada en automático de su primera fórmula registrada.
“Vamos a ir en 20 entidades como coalición, unidos, para ganar la primera fórmula; y vamos en 12 entidades separados. Esto no es porque no nos hayamos puesto de acuerdo, sino porque son entidades donde vamos a salir a buscar los tres senadores. Es decir, ganar la primera mayoría y la primera minoría; ganar los dos: senador, senadora, y la primera minoría”, detalló el líder nacional morenista ante los medios de comunicación.
¿Puebla puede entrar en este supuesto?
Todo parece indicar que sí.
Este reportero desde finales del mes pasado pudo conocer que una de las principales tareas del morenismo local, además de hacer ganar por una ventaja cómoda a Alejandro Armenta y sumar 2 millones de votos poblanos para Claudia Sheinbaum, está el de humillar al impresentable Néstor Camarillo al dejarlo fuera del Senado de la República.
La estrategia –como ya lo confirmó Mario Delgado– era justamente esa: que Morena postulara una fórmula particular y que el PT aliado con el Verde Ecologista también inscribiera una propia para así hacerse de las tres posiciones ates mencionadas.
La 4T en Puebla busca el “carro completo” en la elección de los 16 diputados federales y las tres senadurías en juego.
Todo o nada.
No está demás apuntar que Camarillo Medina, conocido ahora como “El Sepulturero Tricolor”, se ha convertido en el enemigo público número uno en la lista del morenismo poblano luego de comprobarse su doble juego a favor del gobierno del estado y también a favor de la alianza Mejor Rumbo para Puebla, que comanda Eduardo Rivera.
Simulación en su estado puro.
Con esto, la fórmula de Morena, PT y Verde que abanderan Nacho Mier y Liz Sánchez aun puede modificarse tras lo dado a conocer por Delgado Carillo.
Si Puebla entra en los 12 estado en los que el bloque oficial Sigamos Haciendo Historia no será aliada en los comicios al Senado, Mier Velazco podría ir en fórmula con una mujer afiliada a Morena, mientras que Lizeth Sanchez lo haría con algún hombro militante del Partido del Trabajo.
La misión del lopezobradorismo es aniquilar a la oposición en el 2024.
Qué caro le salió a Néstor Camarillo la presidencia estatal del PRI.
El “Sepulturero del PRI” es el eslabón más débil en esta cadena alimenticia llamada Cuarta Transformación.
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