Lo que pudo ser un ejercicio de conciliación y un llamado de unidad entre la militancia real de Morena, los verdaderos grupos de izquierda del estado y su proyecto político, resultó en un fiasco bastante desafortunado y la comprobación de que la pre precampaña de Nacho Mier está más cercana a los oscuros intereses del morenovallismo que a las causas de Andrés Manuel López Obrador y su Movimiento en Puebla.
La presentación del estudio “Esto es Puebla Hoy”, elaborado por Luis Antonio Godina y el “charrísimo” Instituto Mexicano para la Transformación de la Vida Pública AC, la tarde de este lunes en el Salón Tres Marías, del empresario Julián Ventosa, principal financiador de Mier Velazco, congregó a excolaboradores de Rafael Moreno Valle que no se habían atrevido a regresar a Puebla ni a aparecer de manera pública con Miguel Barbosa en vida, como Roberto Flores Toledano, David Villanueva o Héctor Sánchez.
El diagnóstico presentado en cuatro meses, tiempo récord para este tipo de ensayos que ni el INEGI ni el Coneval ni el IMCO elaboran tan rápido, por parte de Godina Herrera y del IMTVP no solo exhibe la incongruencia del equipo de Moisés Ignacio, sino, que también deja al descubierto que el expriista va en contra del principal principio establecido a nivel nacional por el Movimiento Regeneración Nacional en esta nueva etapa en el inicio de la sucesión lopezobradorista: la unidad.
Y es que, Mier Velazco otra vez se equivoca en atacar con su estudio a Miguel Barbosa y a su gobierno, pues el diputado federal parece más un aspirante de oposición y no un perfil que busca la candidatura de Morena.
El ensayo presentado asume que “Puebla se encuentra en los últimos 5 lugares en indicadores de estado de derecho, impunidad y censos nacionales de impartición de justicia”, al tiempo de considerar que la ciudadanía tiene una alta percepción de corrupción hacia la Fiscalía General de Puebla y los jueces del Tribunal Superior de Justicia del Estado.
También, el diagnóstico “al vapor” de Mier da opiniones negativas sobre la economía del estado, de acuerdo con un decrecimiento del PIB en el 2021, pues en 15 años el Producto Interno Bruto Poblano creció a niveles mayores al nacional, pero en el 2021 la caída fue casi tres veces más que el del país.
Esto no solo es impreciso, sino, una mentira rotunda.
Aunque el ensayo “Esto es Puebla Hoy (sic)” reconoce que el PIB de Puebla está dentro del top ten nacional, acomoda datos para mostrar que la economía local está retraída y estancada.
Lo que resulta sorprendente es que un personaje con tanta experiencia y conocimientos en finanzas públicas como Luis Antonio Godina se haya prestado para este tipo de ejercicio, que más que un diagnóstico real del estado se convirtió en un aciago instrumento de golpeteo político.
El estudio presentado con bombo y platillo carece de toda veracidad cuando se le resta peso a las circunstancias de la pandemia del Covid-19 en Puebla, la cual fue uno de los estados más afectados en todo el país por esta crisis sanitaria; tampoco se puede dejar de mencionar la falta de críticas y omisiones a las muchas fallas de las políticas públicas y combate de la pobreza del gobierno de Moreno Valle, el cual se caracterizó por fracasar en la lucha contra la marginación y dejar aún peor a los sectores más desprotegidos de la entidad.
Esto deja más que claro que Mier ahora está más cerca del oscuro legado de Moreno Valle que al de Morena y al del lopezobradorismo.
Solo basta recordar cómo AMLO se expresaba de Rafael a quien no bajada de corrupto, siniestro y oscuro.
Durante el morenovallismo, el número de pobres aumentó, al pasar de 3 millones 878,000 personas en 2012 a 3 millones 958,000 en 2014. Además, el estado se estancó en el cuarto lugar a nivel nacional –puesto en el que lo dejó Mario Marín– con mayor población en condiciones de pobreza, según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social.
Contrario a los datos mostrados por los “Morenachos”, durante el sexenio de Rafael Moreno Valle el crecimiento económico de la entidad fue en decadencia. Solo en el 2011 y 2013, Puebla tuvo un crecimiento del 5.1% y después del 6.7%, pero en los cuatro años restantes de la administración morenovallista vino el desplome, al decir de los datos públicos del INEGI que desnudan las mentiras del Instituto Mexicano para la Transformación de la Vida Pública.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en el 2015 Puebla fue la onceava peor economía del país para ese año, el Producto Interno Bruto (PIB) de la entidad fue de 2.2 por ciento y estuvo por debajo del promedio nacional que fue de 2.5.
Por este porcentaje, Puebla se ubicó en el lugar 22 de las 32 entidades del país, de acuerdo a los resultados del PIB por Entidad Federativa de ese año.
Para el 2016, último año de la gestión de Moreno Valle, la economía poblana se mantuvo en el mismo rango del 2015, como así lo expuso el indicador de la Actividad Económica de cada entidad del INEGI.
Los números son fríos y no se pueden amañar.
El diagnóstico de Mier es más que incongruente, ya que él, como diputado federal, coordinador legislativo de Morena y presidente de la Jucopo, pudo pugnar por mayores recursos para Puebla y con ello evitar que “Puebla tenga rezagos en materia de justicia, estado de derecho y desarrollo económico”.
Una de las principales tareas de un diputado federal, además de legislar, son las gestiones y la integración del presupuesto federal y de cada estado, pero Nacho Mier desaprovechó sus privilegiadas posiciones y ordenó a los congresistas poblanos en San Lázaro tampoco ayudar al gobierno de Barbosa con más recursos para la entidad.
Eso fue algo que el exgobernador siempre hizo público.
Hay que recordar que Mier Velazco lleva 5 años ocupando una curul plurinominal en la Cámara baja y no se le recuerda ninguna gran gestión a favor del estado, asignación de una obra mayor o una bolsa redirigida de partidas federales para el gobierno barbosista o salomonista.
De ese tamaño es la falta de compromiso de Mier con Puebla.
Tampoco se puede pasar por alto que el estudio presentado por Mier, Godina, Fernando Manzanilla y compañía, también critica al gobierno de Andrés Manuel López Obrador de forma directa e indirecta, pues la federación disminuyó recursos para el estado de manera recurrente, los cuales hubieran sido utilizados para mejorar los aspectos que hoy critica el equipo del exlíder estatal del PRI.
¿No que la unidad era lo principal y los golpes bajos estaban prohibidos en Morena?
Con esos amigos, quién quiere enemigos.